Demasiado Benzema para Míchel

Benzema pudo con Míchel. Al Ittihad ganó la King’s Cup a Al Qadsiah. El delantero francés, inconmensurable, fue el rey en el estadio Al Inma Bank Stadium at King Abdullah Sport City de Yeda. Con dos goles y el de Aouar medio fabricado por el exmadridista, el delantero francés corroboró el doblete (liga y copa) del equipo de Blanc y le encumbró a sus 37 años en Arabia Saudí.

Con Benzema, Fabinho y Kanté, al mando, el primer acto de la King’s Cup fue un monólogo de Al Ittihad. Y eso que Al Qadsiah salió con el cuchillo entre los dientes. Efecto burbujas. Después de un primer acercamiento de los de Míchel, sentenciado con fuera de juego, a la portería de Rajkovic, el delantero francés tocó a rebato y el campeón de la liga árabe se activó, sin respuesta de su rival. El dominio era por oleadas. La defensa liderada por Nacho y Casteels no daban abasto para desbaratar el constante peligro del campeón de la liga saudí.

Muy pocas veces salió Al Qadsiah de su campo, y las que pudo Quiñones y Aubameyang no eran capaces de zafarse de sus marcadores. La lógica se impuso y, tras un posible penalti por mano de Nacho a taconazo de Benzema que el colegiado negó al verlo en el VAR, el capitán de Al Ittihad tardó menos de 10 minutos en frustrar a Al Qadsiah y a Míchel: en el 34′, remataba a la red, con el pecho, un centro de Bergwijn, y en el 43′ provocaba el 0-2 de cabeza de Aouar. Con 10 minutos de añadido, Ayubameyang, de penalti (51′), daba esperanzas para el segundo acto.

La diferencia en el marcador era mínima, pero no daba la sensación de que Al Ittihad se sintiera débil. Con el estadio Al Inma Bank Stadium at King Abdullah Sport City de Yeda a reventar, Al Qadsiah se armó de orgullo, pero la diferencia de calidad entre una plantilla es tan palmaria que la sorpresa cada minuto que transcurría se tornaba más utópica.

Míchel no paraba de quejarse de las decisiones arbitrales, y también de las malas decisiones de algunos de sus jugadores. El desquiciamiento de Al Qadsiah tuvo su colofón en la expulsión de Equi Fernández, en el 81′. El favoritismo de Al Ittihad no fue contestado. Aún así, al equipo de Míchel se le puede reprochar poco, al contrario: en su primera temporada en la élite saudí ha sido cuarto en Liga, ha llegado a la final de copa y, encima, el año próximo disputará la Champions 2, al cambio la Europa League. Pero rey futbolístico en Arabia Saudí sólo hay uno: Benzema, que culminó su partidazo con el 3-1 de la sentencia en el añadido. Blanc lo retiró con el partido en su epílogo para que los aficionados se rindieran ante él. MVP de la liga y también de la copa. Indiscutible.

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