La ‘Samp’ se salva en un playout terrible: recursos, intoxicaciones y partido suspendido
Los ‘blucerchiati’ evitaron el descenso a la Serie C ganando un playout que no tenían que jugar y que terminó en el minuto 65 de la vuelta por las protestas de los ultras de la Salernitana.


La Sampdoria evitó la vergüenza de bajar a la Serie C por primera vez en su gloriosa historia. Lo hizo más de un mes después del final del campeonato de Serie B, que había cerrado empatando en el campo de la Juve Stabia y sellando así su descenso. Los problemas fiscales que llevaron a la sanción (y al descenso directo) del Brescia le entregaron a los doriani, tras semanas de recursos y apelaciones, el comodín del playout contra la Salernitana, que inicialmente debía medirse con el Frosinone. Una medida que, en Salerno, fue vista como un intento de salvar a toda costa a un histórico del Calcio, y que nunca fue aceptada. El club recurrió al Tribunal Federal, que desestimó sus alegaciones, y prometió más batalla legal, pero, mientras tanto, tuvo que disputar el doble enfrentamiento, un mes después de las fechas previstas antes del ‘caso Brescia’.
La ida, en Marassi el 15 de junio, vio a los blucerchiati imponerse por 2-0 con goles de Curto y Meulensteen. Hubo más sorpresa: tras la derrota, varios jugadores de la Salernitana acabaron hospitalizados por una intoxicación alimentaria y solicitaron aplazar la vuelta, prevista inicialmente para el 20 de junio. Se llegó así a este domingo, acto final de un enfrentamiento eterno, en el estadio Arechi de Salerno. Los locales soñaron con la remontada tras un gol de Ferrari, anulado en el 34′ por el VAR debido a una mano en la acción.
Cuatro minutos después, Coda marcó al primer toque el 0-1 que dejaba a los granata al borde del descenso (también con una mano muy dudosa antes del disparo), y los de Evani sentenciaron al inicio de la reanudación. En el minuto 49, Sibilli empujó el balón a la red tras un córner, y a partir de ahí los ultras de la Salernitana cumplieron con lo prometido durante toda la semana: protestar, y con dureza. Llegaron al campo bengalas, petardos y hasta asientos, y en el minuto 65 el árbitro detuvo el encuentro mientras la policía intervenía en las gradas.
Tras casi media hora de parón, se intentó reanudar el juego, pero continuaron cayendo artefactos pirotécnicos, y las autoridades optaron por dar el partido por finalizado: el 0-2 del campo se transformará en un 0-3 en los despachos. Los jugadores regresaron rápidamente a los vestuarios: no hubo fiesta por la salvación de los doriani, ni despedida para los granata ante su afición. Un final terrible para la Serie B, que ahora continuará en los tribunales.
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