Una de las joyas, y nunca mejor dicho del Mundial de Clubes, es el innovador e inclusivo trofeo que se llevará a casa el campeón del torneo el próximo 13 de julio. Una copa, si puede llamarse así, que presentó en sociedad la FIFA el pasado noviembre. Un trofeo que ha generado asombro allá por donde ha pasado. Una gira mundial que realizó por los cinco continentes en las semanas previas a la competición. Un trofeo que si se escudriña está plagado de secretos.

El trofeo está bañado en oro de 24 quilates y presenta inscripciones grabadas con láser en ambas caras, con texto e imágenes que representan la exuberante historia del fútbol. Es el resultado de la colaboración de la FIFA con la marca de alta joyería Tiffany&Co. Entre las inscripciones se encuentran un mapa del mundo y los nombres de las 211 federaciones miembro de la FIFA y de las seis confederaciones, lo que refleja la diversidad geográfica y cultural de nuestro deporte. Añade ilustraciones futbolísticas y texto en trece idiomas y en braille. Un símbolo del pasado, del presente y del futuro que unirá el mundo y conservará el patrimonio de este deporte para las generaciones venideras.

El disco central del trofeo muestra una serie de elementos que plasman las tradiciones futbolísticas, e incluye símbolos de estadios y de equipamiento, así como un mapamundi. Además, hay espacio para inscribir con láser los escudos de los clubes campeones de 24 ediciones de la competición. El trofeo se transforma en un sistema multidimensional que recuerda las órbitas celestes, cuyo diseño adaptable conforma una portentosa estructura visual.

El trofeo se inspira en las travesías de los pioneros, los discos de oro de las naves Voyager, la tabla periódica y la astronomía. Los tonos dorados reflejan la búsqueda constante de la gloria. Esos discos de oro que la NASA llevó al espacio en las naves Voyager en la década de 1970. Rinde homenaje al pasado y al futuro del deporte, e incorpora símbolos que representan la posición aproximada de los planetas en el momento en el que la FIFA se fundó en París (Francia) el sábado 21 de mayo de 1904 y en el momento en el que comenzó el partido inaugural de la competición, el 14 de junio de 2025 en Miami (Estados Unidos).

Entre otros, el trofeo tiene grabado este alentador mensaje para los campeones: “¡La historia pertenece a quienes alzan este trofeo! Somos testigos de un momento de la historia que representa el apogeo del fútbol de clubes; son pocos los elegidos, pero muchos los que celebran”. Este mensaje presenta el trofeo como un símbolo de grandeza que rinde homenaje a las leyendas del pasado y es fuente de inspiración para los clubes de todo el mundo.

“El trofeo del Mundial de Clubes FIFA —el equivalente al de la Copa Mundial de la FIFA— se inspira en nuestra historia y constituye un símbolo revolucionario del próspero futuro del fútbol de clubes”, describió Infantino.

El mayor de los misterios que guarda el esférico trofeo tiene que ver con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. El dirigente posee una llave dorada que sirve para ‘activar’ el mecanismo del majestuoso trofeo. Una llave especial que sólo posee el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y que solamente él puede usar.

Ese giro de la llave que activa la apertura del movimiento rotatorio de los aros dorados y que abre el trofeo al mundo. El clímax final de la Copa del Mundial de Clubes. Una joya única.

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