Modric dirige la sinfonía

San Siro abrió sus puertas para el primer partido oficial de la temporada del Milan y ya ha registrado cifras increíbles: más de 71.000 espectadores presenciaron el partido de la Copa Italia contra el Bari para la eliminatoria de los 32° de final. El entrenador Allegri no estuvo en el banquillo, ya que cumple una suspensión de dos partidos tras recibir una tarjeta roja en la final de la temporada 2023-24, cuando entrenaba a la Juventus. Landucci ocupó su lugar, y el equipo salió al campo con el 3-5-1-1. El capitán Maignan en la portería, con Tomori, Gabbia y Pavlovic en defensa. El mediocampo quedó formado por Saelemaekers, Loftus-Cheek, Ricci, Fofana y Estupiñan, mientras que Pulisic estuvo apenas detrás de Leão es una posición inédita para el portugués.

Tras un minuto de silencio en memoria del pequeño Elliot Verreth, hijo del jugador del Bari Mathias Verreth, fallecido trágicamente, el árbitro dio inicio al partido. Fofana se hizo notar de inmediato, aprovechando un pase de Leão para intentar un zurdazo, pero no tuvo éxito. En el 14′, el portugués adelantó a su equipo con un cabezazo tras un espléndido esprint de Tomori desde la derecha. Sin embargo, Leão abandonó el campo en el 17′ por un problema en la pantorrilla, y Santi Giménez entró en su lugar. A la media hora, Pulisic tuvo dos oportunidades al igual que Fofana, quien disparó dos veces desde fuera del área, pero Cerofolini respondió. En el 40′, Maignan realizó una gran atajada a un disparo lejano de Sibilli que se estrelló en el cruce de palos. En el 42′ el Milan respondió con un gol de Giménez, pero este se encontraba en fuera de juego. Los rossoneri terminaron la primera parte del match con un disparo lejano de Saelemaekers desviado a córner.

En la segunda mitad, Giménez estuvo más activo, con un stop, intercambio y un pase que le permitió a Pulisic marcar el 2-0 en el 48′. Saelemaekers lo intentó de nuevo poco después, pero el rugido de la afición llegó en el 66′ cuando finalmente entró Modric. Junto a él, debutó Jashari y entró Musah. Al mismo momento salieron Loftus-Cheek, Pulisic y Ricci y el Milan se dispuso con el 4-3-3. El croata brilló y en el 76′ incluso tuvo una ocasión desde las afueras del área pero Cerofolini atajó el disparo. La última jugada peligrosa del Milan fue en el 90′ aún con Modric, quien a dos pasos de la portería no disparó si no que dio un esprint para el centro sin encontrar a ningún compañero que pudiera seguirlo. El Milan ganó así el partido 2-0 y disfrutó de su primer triunfo de la temporada.

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