Sin Bellingham, sin consecuencias, sin Dortmund
Dos errores atrás le condenaron con todo el partido aún por delante. No fue el Dortmund de Niko Kovac ni el que se imagina uno con Bellingham.


Sorprendió Jobe Bellingham cuando dijo que no sabía que estaba apercibido en la anterior ronda, antes de ver la amarilla que le dejó sin jugar contra el Madrid, y ahí acabó cualquier opción de sorpresa amarilla. Es inaudito que un jugador desconozca este tipo de circunstancias o que nadie en el club le advierta.
Debería haber un código interno en el club para regularlo. ¿Imaginan no acudir a la reunión más importante del año en sus trabajos por un despiste? ¿Tendría consecuencias?
El caso es que sin Jobe, el Dortmund salió derrotado. Fue el equipo de estos años, con Brandt mediapunteando sin aportar nada. Se ha caracterizado este equipo por jugar bonito en vez de bien, por parecer algo en vez de serlo. Dos errores atrás le condenaron con todo el partido aún por delante, a pesar del arreón final que tuvo más que ver con los despistes del Madrid. No fue el Dortmund de Niko Kovac ni el que se imagina uno con Bellingham. Un despiste demasiado caro para todos.
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