El veterano defensor de 40 años se perdió a última hora por problemas musculares el partido definitivo en la fase de grupos ante Mamelodi Sundowns y ahora trata de recuperarse in extremis para el duelo frente al Inter de Milán en octavos de final. En Fluminense confían en que pueda estar listo y él trabaja para estar contra un rival al que encaró en varias ocasiones en el derby de la ciudad de Milán cuando vestía como rossonero.

Durante el partido frente a Mamelodi se vio a un Thiago Silva nervioso en el banquillo y muy intenso a la hora de dar indicaciones a sus compañeros. Ejerció como mano derecha de Renato Gaúcho y disfrutó, no sin apuros, de la clasificación que logró Fluminense. Para el zaguero este torneo puede ser su despedida de la élite mundial después de una longeva carrera en la que ha acumulado un glorioso palmarés en el fútbol europeo.

Thiago Silva dejó una exhibición en el estreno mundialista ante el Borussia Dortmund y su presencia se antoja clave en la seguridad defensiva del cuadro carioca. Si no llega a tiempo, Ignácio volvería a ser su sustituto en el centro de la zaga para formar pareja junto al argentino Freytes. Ambos dejaron una buena actuación en el partido anterior y de hecho el ex de Sporting Cristal fue elegido como el mejor jugador del choque.

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