¿Quién es Fran Soto, nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF?

Francisco Soto Balirac (Vigo, 45 años) será el nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y la cara de un estamento que en los últimos tiempos ha estado en el ojo del huracán. Parece que desde la Real Federación Española de Fútbol han buscado un perfil que estuviera alejado del foco mediático, con capacidad gestora y del mundo de la empresa, pero con experiencia en el ámbito arbitral, acumulada sobre todo en el fútbol de base.

“Empezamos de cero”, aseguró el nuevo dirigente, hasta ahora inmerso en el ámbito jurídico y empresarial. Y es que Soto cuenta con experiencia en la dirección y asesoramiento de empresas en los últimos 22 años, siendo abogado y socio de la firma Garrigues. Licenciado en Derecho y especialista en asesoramiento tributario de empresas (entre ellas, algunas cotizadas en el BME), ha asesorado a deportistas sobre cuestiones relacionadas con su especialización.

Casado y con una hija, es miembro de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF) y profesor en el doble grado de Derecho + ADE en la Universidad de Vigo. También en instituciones como el IESIDE y distintos másteres de fiscalidad, tributación y dirección financiera.

Asistente en Segunda B

Su experiencia en el arbitraje reside, sobre todo, en el arbitraje de base. Desarrolló su vocación arbitral como colegiado de fútbol entre 2002 y 2015 en Tercera Autonómica, Segunda Autonómica, Primera Autonómica, Preferente (8 temporadas), como asistente en 2ª B, y en fútbol base. Ha sido vocal en la Junta de Gobierno del Comité Gallego de Árbitros de Fútbol y delegado en 2015 y posteriormente desde 2020.

Su llegada es una apuesta del secretario general de la RFEF, Álvaro de Miguel, y del director general, Manuel Lalinde. Unas gestiones que desde la RFEF se han llevado en absoluto secreto. Louzán le conocía y su perfil encaja con una nueva etapa en la que se pretende modernizar el estamento, con novedades como la implementación de la inteligencia artificial, “que no sustituirá a las personas”, quiso aclarar el nuevo dirigente. También con una clara vocación de transparencia, término que repitió varias veces en su presentación, y de respeto a un colectivo arbitral del que él será el nuevo rostro... y el encargado de devolverle una reputación muy atacada en los últimos tiempos.

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