San Emeterio y Solde se dan la mano

El Hércules-Intercity, derbi o no, tuvo los ingredientes de partido grande. Máxima igualdad entre los dos equipos alicantinos que fueron de más a menos. Tras una primera parte en la que se intercambiaron golpes y goles, la segunda mitad acabó apagada. Ambos, agotados, dieron por bueno el empate. Más Sandroni, que aguantó los casi 13.000 espectadores en la grada del Rico Pérez y se sobrepuso a las lesiones de Locadia y Mandibe, que se fueron del terreno de juego en camilla.

Tres minutos tardó el Intercity en asaltar la banca. Pudo hacerlo antes tras una mala cesión de Montoro a Carlos Abad que dejó solo a Locadia. El meta evitó el lío. A la siguiente, el equipo de Sandroni, con grandes lanzadores, hurgó en la herida herculana. Falta lateral botada por Borja y remate de San Emeterio para marcar el 0-1. La mejor puesta en escena del Intercity tuvo premio. El Hércules intentó estirarse, pero el cuadro visitante se sintió cómodo. Locadia se peleaba con todos y tenía en jaque a la defensa blanquiazul. De hecho, el delantero neerlandés tuvo el 0-2 después de una contra conducida por Julio Gracia. Su disparo cruzado se topó con un pie milagroso de Carlos Abad.

Pero todo cambió en una acción. Con Locadia en el centro del campo y las manos en la cara después de derrumbarse en el campo por una lesión que pinta grave, el Hércules aprovechó la superioridad para empatar. Un centro de Nico fue rematado con el alma por Soldevila, ahora mismo el hombre gol del Hércules tras arrancar con tres dianas. La lesión de Locadia y el empate impulsó al equipo de Torrecilla, que buscó el segundo con un tiro al lateral de Aranda. Romera reclamó un penalti y Solde, en el último minuto del descuento, disparó al larguero tras un gran pase de Alvarito. El Intercity celebró el descanso. El Hércules, con su rival en la lona, se lamentó porque tenía el partido donde quería.

El choque, tras el descanso, perdió gas. El Hércules entró frío y el Intercity asumió con personalidad la pelota. Sandroni fue el primero en mover ficha. Sentó a Borja y Roigé, los dos exblanquiazules, para buscar el juego más directo con Zequi y Sito. Una de las ocasiones más claras la volvió a tener Solde. De nuevo con polémica, con otro hombre de amarillo en el suelo, justo dentro del área pequeña, el catalán se encontró un balón que disparó a las manos de Casado. El partido murió con los cambios y con la nueva lesión de Mendibe, retirado en camilla.