Modric aprieta a Xabi Alonso
El croata se resiste al ocaso y crecen las dudas sobre si el Madrid, aquejado de escasez creativa en la medular, puede prescindir de él... Xabi, decisivo.
Xabi Alonso ha apostado desde el primer día de su carrera como entrenador por la armonía en el juego, controlarlo y desde esa organización, dar la estocada arriba. Una filosofía para la que el Real Madrid va a ficharle un centrocampista creativo, un claro déficit esta temporada. La paradoja es que la entidad se inclina por ahora porque sea una puerta giratoria, que a la vez que entre ese nuevo mediocampista, salga por ahí Modric. Pero Luka se resiste a ese destino y ‘apela’ a que Xabi intervenga para cambiarlo. No es sólo lo afectivo y de ayuda en la gestión, porque con Carvajal y Lucas son los únicos que compartieron vestuario con el tolosarra, es que las estadísticas más profundas no paran indicar que el rendimiento del croata por 90 minutos jugados no decrece aunque husmea los 40 años. Es que incluso ha ido a mejor en relación a las dos temporadas previas: más acierto de pase, en precisión en los envíos en largo, hasta en recuperaciones...
Este partido contra el Mallorca es un ejemplo. Intervino en más acciones (136) que nadie en el Madrid. Estuvo en todo y para todos. “¿Cómo prescindir de él, si es el mejor?“, se preguntaba durante la retransmisión Álvaro Benito en Carrusel Deportivo. Es una tendencia en el balcánico. Sin ir más lejos, es más preciso que el año pasado, el del doblete Liga-Champions (91,7% de acierto en el pase, por 90,8% el curso pasado). Y menos minutos equivale a más fresco en defensa, donde recupera casi un balón más de promedio (de 5,4 ha sido a 6,5). Tiene cuerda.
Pero el caso es que Modric está muy en el alero. La hoja de ruta del Real Madrid en el próximo mercado como informó AS está estructurada hacia tres cazas más: la de un central (será Huijsen), un lateral izquierdo (Álvaro Carreras, favorito) y un mediocampista (Zubimendi, más que cerca del Emirates). Todo ello, unido a la ya concretada de Alexander-Arnold. Cuatro fichajes en un equipo que está teniendo que acabar la temporada casi como el ejército de Pancho Villa. Remontando con pundonor al Mallorca pero sin demasiada organización y teniendo que recurrir a una carga heroica de Jacobo Ramón con Vallejo de socio a segundos del pitido final.
Fichar un medio pero dejando salir otro, con Modric, supondría reincidir en esos apuros de efectivos, y también ir contra natura máxime si Xabi quiere potenciar en su tropa el papel de controlador del juego. Un cambio respecto a este Madrid diseñado desde las alturas para ser esencialmente físico.
Justos por el medio
Es una problemática visible. Por número de soldados, el Madrid no va sobrado en esa franja intermedia. Esta temporada ha dispuesto de seis centrocampistas puros (Tchouameni, Valverde, Camavinga, Ceballos, Bellingham y el propio Modric) y medio, si se añade esta reconversión sobre la marcha de Güler. Casi vivir con lo puesto. Porque Camavinga ha sido baja 33 partidos por lesión (y sigue la cuenta), Ceballos estuvo fuera 15, Tchouameni por su parte cinco, Bellingham cuatro... ¿Quién no se ha perdido ninguno por problemas físicos? Sí, el casi cuarentañero. Modric.
Luka quiere seguir y por ahora cuenta con un último cartucho en la canana, el Mundial de Clubes, para el que se le hará una mini ampliación por dos semanas más a este contrato que acaba el 30 de junio. Una competición más tensa de lo que parece, de nuevo con viajes largos (incluso dentro de Estados Unidos) y partidos cada tres días que pondrán previsiblemente en jaque la resistencia física del equipo. Un equipo que necesitará adoptar muy rápido nuevas instrucciones, las de Xabi, un espacio idóneo para la inteligencia de Modric.
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