“Al día siguiente de la lesión, Militao ya me dijo: ‘Sé manejarlo, vamos a trabajar”
Romario Queiroz, preparador del brasileño, cuenta a AS cómo ha sido el proceso de recuperación y qué se puede esperar del central tras romperse los dos cruzados en poco más de un año.
Eder Militao (27 años) está casi de vuelta. El brasileño lleva tiempo trabajando parcialmente con el grupo en los entrenamientos del Real Madrid, está en la convocatoria blanca para el Mundial de Clubes en Estados Unidos y confía en arrancar la próxima temporada a pleno rendimiento. No ha sido la suya una situación fácil de gestionar, en lo puramente físico y también en lo mental: dos cruzados rotos en menos de año y medio, un curso 2023-24 prácticamente en blanco y el 2024-25 interrumpido abruptamente cuando estaba recuperando su mejor nivel. En el Mundial de Clubes, asume que probablemente no tendrá minutos, pero todo suma para competir por la titularidad desde el inicio de la 2025-26, a las órdenes de Xabi Alonso.
La recuperación de Militao ha sido, como en el caso del anterior cruzado roto (primero se rompió el izquierdo; luego, el derecho), meteórica. El curso pasado logró estar disponible para Ancelotti en menos de seis meses y medio; y esta campaña volvió a trabajar con el grupo tras sólo 195 días. La cirugía practicada por el doctor Manuel Leyes salió conforme a lo esperado y, a diferencia de otros jugadores, como Alaba, en el caso del brasileño no hay afectación en el cartílago. Y en ese rápido retorno han sido fundamentales dos figuras: Jaime Salom, fisioterapeuta y recuperador del Real Madrid; y Romario Queiroz, preparador personal de Militao, que atiende a AS para analizar qué se puede esperar del central tras dos lesiones de tanta gravedad.
Romario ha seguido cada día el trabajo de Militao, desde Brasil, donde reside, y también con largas visitas a Madrid y a la Ciudad Deportiva de Valdebebas. También ha viajado el jugador a trabajar con él a su país, como en el último parón de selecciones, en el que Salom también se desplazó. “Está siendo un inmenso placer estar presente en este proceso. A pesar de la distancia, he estado orientándole en algunas tareas y en contacto diario con el club. Estamos trabajando de forma conjunta, con mucho empeño”, explica Romario, que recuerda cómo encajó el jugador su segunda rotura de cruzado en poco más de un año: “Yo estaba en Madrid el día de la lesión y las primeras 24 horas fueron muy difíciles. Pero Eder me sorprendió mucho con su forma de afrontar esta segunda lesión. Al día siguiente me dijo: ‘No hay mucho que lamentar, ya pasé por este proceso, sé cómo manejarlo. Vamos a trabajar”.
Un alivio para Romario, pues en un jugador golpeado de esa manera por las lesiones cabe preguntarse qué es lo primordial, si las piernas o la cabeza. “En algunos momentos tuvimos que hacer un poco de psicólogos, tras algunas sesiones de trabajo hablábamos durante un largo tiempo”, explica. Y en lo puramente físico, Romario y el club coinciden en que es primordial un retorno tranquilo, sin excesiva carga de trabajo: “No se deben saltar etapas para acelerar el proceso. Siempre hay que ir de forma progresiva”. Quizás no fue lo sucedido al final del pasado curso (jugó 459 minutos entre abril y mayo) y, sobre todo, en el inicio del presente (hasta su lesión, jugó 1.311 minutos de 1.470′, el 89%).
“Con tantos partidos y poco descanso... habrá más lesiones”
Pero Queiroz no alberga dudas sobre la posibilidad de volver a ver a un Militao en plenitud: “Está decidido, centrado en hacer un gran regreso. Y está trabajando mucho para ello. Y sí, es posible que vuelva a mostrar el nivel que ya ha demostrado con la camiseta del Real Madrid. Es la lesión que más tiempo de recuperación requiere en el fútbol, así que las dudas son normales. Pero podemos esperar un Militao con muchas ganas de volver a competir al más alto nivel. Mentalmente, le veo muy fuerte después de todo este proceso. Y físicamente seguiremos trabajando para ayudarle a reacondicionarse de la forma más eficiente posible”.
Los dos cruzados de Militao no son los únicos que ha sufrido el Madrid recientemente: Asensio se lo rompió en 2019, Alaba también cayó el curso pasado y Carvajal, en este. El calendario es el gran señalado, también por Romario, aunque no el único: “La relación entre el alto número de lesiones es multifactorial, no diría que hay una causa principal. Pero un calendario más cargado contribuye de manera significativa a que esto ocurra. La intensidad de los partidos ha aumentado mucho en las últimas temporadas. Los jugadores están cada vez más expuestos: corren más y se han incrementado mucho las acciones de alta intensidad durante los partidos, lo cual genera un mayor desgaste. Con una demanda tan alta de partidos y cada vez menos tiempo de recuperación entre ellos, la tendencia es que haya más y más lesionados…”.
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