Alaba complica su futuro
El rendimiento del austríaco tras la vuelta de su lesión ofrece muchas dudas en el club, que en los próximos meses debe tomar la decisión de si le renueva, como a Rüdiger. Ambos terminan en 2026.
Ancelotti tiró de galones en el Emirates. Por eso utilizó a Alaba (en lugar de Fran García) de lateral frente al Arsenal, para intentar frenar las acometidas de Saka, a priori, el rival más desequilibrante. Y por eso probó al austríaco ahí, una posición más exigente en lo físico que la de central) en los minutos finales ante el Valencia, cuando había que intentar ganar el partido… aunque se terminara perdiendo. Alaba mostró lagunas ante el equipo che, y también las mostró ante los gunners. Las está mostrando, de hecho, desde que volvió de su grave lesión de rodilla, en los 600 minutos que ha disputado repartidos en 14 encuentros (de los que no ha podido jugar ninguno completo). Un problema para él, puesto que complica su futuro en el Madrid. Con contrato hasta 2026, el club blanco debe decidir si darle un año más de contrato o no en los próximos meses.
Alaba está, en realidad, en la misma situación que Rüdiger. El alemán, también con más de 30 años (32), termina igualmente contrato en 2026. Uno y otro se han convertido en la próxima patata caliente del Madrid en cuanto a la toma de decisiones de renovación se refiere. Sus casos serán afrontados después de los de Modric y Lucas Vázquez, pues estos dos últimos terminan el próximo mes de junio, pero exigen una decisión estratégica más medida. Sería muy extraño que el Madrid decidiera renovar a los dos, a Alaba y Rüdiger, teniendo en cuenta la irrupción de Asencio y el interés en fichar Huijsen (19, aunque cumple el 15 de abril), que llegaría por una cifra cercana a los 50 millones de euros.
Además de estos dos jóvenes valores, Asencio y Huijsen, complica el futuro de Alaba en el Real Madrid el buen momento de Rüdiger, que esta temporada es el tercer jugador con más minutos en la plantilla sólo por detrás de Valverde y Mbappé. Y que, además, se ha significado en los últimos tiempos como un jugador que resuelve en los momentos decisivos por su garra. Pasó con el último penalti que metió en la pasada Champions en el Etihad, o en esta ante el Atlético. O su tanto ante la Real en Copa. Y antes de eso, cuando se partió la cara para salvar un punto en Champions ante el Shakhtar. Todo eso pesa mucho en la preferencia del aficionado.
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Luego, a más, el Real Madrid espera que para la próxima temporada ya haya una recuperación completa de Militao (27), que a ojos de Ancelotti estaba entre los tres mejores centrales del mundo antes de su primera lesión de rodilla. El brasileño confía en llegar al Mundial de Clubes y Ancelotti cuenta con ello, aunque lo hará con poco rodaje y lejos de su mejor nivel. Pero, eso sí, estará en perfectas condiciones para disputar el puesto de titular en la próxima pretemporada. También lo estará Alaba, que desde que volvió, más de un año después de su lesión de rodilla, está siendo mimado y dosificado por Ancelotti a la espera de que vuelva a ser tan importante como era antes en el Madrid. De momento, los hechos demuestran que el central austríaco ha perdido su silla.
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