Almeyda, el ‘tractorcito’ que rechazó al Real Madrid por el Sevilla
El ahora favorito para el banquillo nervionense se convirtió en 1996 en el fichaje más caro de la entidad (5 millones de euros), después de competir con los merengues.


El Sevilla negocia con Matías Almeyda como favorito ahora mismo para hacerse cargo de su banquillo. El argentino, que se marchó hace unas semanas del AEK de Atenas, quiere vivir su primera aventura en la gran liga europea después de pasar buena parte de su carrera como entrenador en América.
Almeyda conoce bien Nervión, porque jugó allí en la campaña 1996-97. El entonces presidente González de Caldas le convirtió en el fichaje más caro de la historia de la entidad. Pivote que destacaba en River Plate con 22 años, el mismísimo Real Madrid se metió en la puja y acabó subiendo el precio hasta los 1.500 millones de pesetas de la época, 5 millones de euros al cambio actual. Ahora parece poco, pero mirando la inflación futbolística...
“Fui un visionario bárbaro”, ironiza el propio Matías cuando le preguntan por aquella elección. No ya por rechazar a todo un Madrid, sino por recalar en un Sevilla desastroso, puede que incluso más que ahora, que dio con sus huesos en Segunda al final de esa campaña. Un año con hasta tres entrenadores: José Antonio Camacho, Carlos Bilardo y Julián Rubio.
Ninguno de ellos consiguió evitar el descenso, aunque Almeyda fue de los pocos jugadores que dejó buenas sensaciones, tanto que casi no se depreció y al verano siguiente, el de 1997, la Lazio le rescataba por casi el mismo dinero que habían pagado en el Sevilla. En Roma, Matías alcanzó su plenitud futbolística, hasta el punto de lograr el Scudetto (2000) y ser nombrado ese mismo año mejor futbolista de la Serie A.
Almeyda ganó en el club celeste 5 grandes títulos (Copa Italia ’98, Supercopa de Italia ’98, Recopa de Europa de la UEFA ’99, Supercopa de Europa ’99, y el ya mencionado Scudetto 99-00). En junio de 2000 fue transferido al Parma por unos 20 millones de euros, esa fue la valoración que se hizo de él cuando se le incluyó como parte del traspaso de Hernán Crespo a los laciales.
Tras ganar una Copa Italia en Parma, jugó otras dos temporadas en el Inter de Milán. Brescia, Quilmes (ya en Argentina), Club Atlético Fénix y River Plate de nuevo completaron su carrera deportiva hasta 2011, cuando se retiró con 38 años. Nunca, eso sí, tuvo otra vez la ocasión de jugar en el Real Madrid.
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