“Con Corberán veo brotes verdes en el Valencia”
El polifacético presentador valenciano habla en AS de sus tres pasiones: el tenis, el Valencia CF y la paella.


Arturo Valls (Valencia, 1975) es uno de los personajes más conocidos y queridos de este país. A sus 50 años se ha embarcado en cientos de proyectos completando una carrera muy exitosa como presentador, actor, humorista, productor y, ahora, como creador de una marca de arroz.
Es un amante del deporte. El tenis es una de sus grandes pasiones y se declara valencianista acérrimo. Guarda grandes recuerdos con su padre en Mestalla viendo a su Valencia que espera que pronto vuelva a las posiciones altas de la clasificación. Arturo atiende a AS para hablar de todo y de la situación actual del Valencia. Para él la paella tiene cinco ingredientes, arroz, pollo, conejo, judía verde y garrofón.
¿Cómo le va la vida?
Muy bien, disfrutando de lo que hago cada día y con proyectos nuevos.
¿Cómo se le ocurrió crear una marca de arroz?
Me dio envidia David Bustamante y su perfume. Pensé, ¿si él tiene una colonia, por qué no voy a tener yo un arroz? En realidad, es toda una casualidad porque en las últimas entrevistas que he hecho siempre me preguntaban por las paellas que hacía en casa. Suelo hacer buenas convocatorias de amigos para cocinar paellas a leña en Madrid y por eso se me relaciona con el arroz. Dos de mis grandes pasiones son el tenis y las paellas. Las junté y me salió el chiste: “Rolang - Arroz”. Desde ese momento la bola empezó a hacerse más grande y he tenido que crear un arroz. Los chistes me pierden y ya no había marcha atrás.
¿Rolang - Arroz?
Se iba a llamar así y lo intentamos registrar, pero la Federación Francesa de Tenis, por lo que sea, se opuso. Nosotros decidimos que no se podía tirar un chiste a la basura y creamos una campaña viral con la broma de “Rolang – Arroz”. Al final tuvimos que cambiar el nombre por el de “Socarrón” que también me define mucho.
Presume de cocinar bien ¿Sus paellas son buenas?
Hay buen consenso. La gente de fuera de Valencia no tiene el referente de la paella tradicional a leña de pollo, conejo, batxoqueta (judía verde) y garrofó. Hay gente de Madrid que liccwin247.compara con la que hace su padre los domingos y le pone pimiento, gambas... ¡Eso no es paella! Siempre miro a mi hijo, a mi mujer y a mis amigos de Valencia que son los que te dicen: “buenísima, las has clavado”. Hay otro dato que corrobora que son buenas porque consigo hacer callar al Gran Wyoming y eso, es un milagro.
También juega mucho al tenis ¿Es mejor jugando al tenis o haciendo paellas?
Haciendo paellas, sin duda. Tengo buen saque, pero para comérmelas. Yo empecé tarde a jugar el tenis y eso es algo ingrato porque entrenas y juegas para ser un mal jugador de tenis. Cuesta muchísimo. Es un deporte muy técnico y mental. Durante los partidos tienes puntos muy buenos y otros que no lo son tanto. Eso se ve también en los profesionales. Tengo más mano con las paellas que en el tenis.
¿Nadal o Alcaraz?
Prefiero la magia, la creatividad. el golpe poco previsible… El sacrificio, la constancia, la cabeza… es resultadista y vas a ganar títulos, pero como espectador quiero que me levanten de la silla con una dejada, un paralelo, un caño, un taconazo... Me gusta más ese tipo de deporte.
¿Le ganaría un juego a Alcaraz?
Imposible. Ni un punto. He tenido la suerte de jugar bastantes veces con profesionales y nada. Me acuerdo de la despedida de Feliciano López en hierba en Mallorca. No éramos capaces de restarle un saque. Le gané un punto a Serena Williams en un partido de exhibición en Madrid. Aparecí con tu tutú de ballet rosa y una pala de ping pong en la mano. La cara de Serena era un poema. Le pegué tan mal a la bola con la pala que se quedó corta y le hice una dejada perfecta. Se puede decir que le hice un punto a Serena Williams.
Otra de sus pasiones es el Valencia, ¿Cómo lo ve desde la distancia?
Corberán ha conseguido ilusionarnos que es lo que más se echa de menos en el Valencia después de esa travesía en el desierto que todavía estamos atravesando. Ha habido brotes verdes en el equipo con un sistema, con jugadores enchufados y con confianza extra que es lo que necesita un jugador profesional. No hay nada más que ver al Paris Saint Germain. Es un equipo sin grandes nombres que ha conseguido ganar la Champions. Ojalá ese sea el camino que siga Corberán y esperamos que no se agote antes de tiempo como les ha pasado a muchos entrenadores a los que se les ha prometido mimbres y no se les han dado. Ese nuestro cáncer en el Valencia hoy en día.
¿Ha comparado el PSG con el Valencia?
(Ríe) Sí, porque creo en un entrenador que consigue éxitos con una plantilla de jugadores sin nombre. Por ejemplo, el Girona que se clasificó para la Champions. Hay muchos equipos que triunfan porque tienen a un entrenador que domina todos los aspectos del fútbol.
¿Confía en el nuevo Valencia?
No lo sé. Yo soy muy optimista y quiero confiar, pero no te puedes fiar de esta gente. No sé hasta qué punto el nuevo CEO, Ron Gourlay, estará implicado y hará las cosas bien de una vez. Llevamos muchos años siendo una ruina.
¿Cree que el Valencia puede llegar a Europa?
Mira la segunda vuelta que hemos hecho. Si hubiéramos jugado así toda la temporada, estaríamos en Europa. Yo vaticino que nos metemos en Europa la próxima temporada. Estoy convencido. Me han hablado muy bien del trabajo de Corberán y de cómo estimula a los jugadores.
De pequeño iba a Mestalla...
Sí, al sector 4 con mi padre. Había almohadillas, se vendía regaliz y el estadio olía a puro. Me gustaba mucho Arroyo, era muy elegante como Guti. Era capaz de meter un balón entre líneas con mucha clase. Jugaba pocos minutos. Aimar me flipaba también. De la época de mi padre recuerdo a Tendillo, Arias, Subirats, Castellanos...ese Valencia mítico, aguerrido, duro, de medias bajadas, bigotes y alguna barriga. También me acuerdo de Roberto Fernández porque nos dio muchas tardes de gloria. Antes disfrutaba de ver al Valencia en la tele los sábados por la tarde cuando solo había dos horarios para el fútbol y no como ahora que no sabes cuando juegan.
¿Echa de menos el fútbol antiguo?
No lo echo de menos, ahora hay jugadas más vibrantes y vistosas para el espectador. Antes era más fuerza, más sacrificio y cuando salía algún jugador como Cruyff, destacaba mucho. Es impresionante como ha cambiado el deporte. El otro día estuve viendo partidos de tenis de los 90 y es muy diferente todo. Ahora todo es más rápido. La velocidad es lo que más ha cambiado. Ahora hay fútbol total, los centrales podrían ser delanteros porque es todo muy físico.
Y la última, ¿si el Valencia fuera una paella, qué ingrediente sería cada jugador?
Es una pregunta complicada. Creo que el pollo sería Javi Guerra y Diego López sería el conejo. Son los dos ingredientes principales de la paella. La judía verde sería Hugo Duro y el garrofón, César Tárrega porque siempre cumple. La alcachofa sería André Almeida porque es lo que aporta la calidad al plato. El arroz, sin duda, sería José Gayà porque lo envuelve todo.
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