El Celta sorprende con la búsqueda de un mediocentro en el mercado
Los contactos con Pathé Ciss confirman que el club vigués pretende reforzar su medular a pesar de que Giráldez ya cuenta con cinco centrocampistas.
El Celta se mueve en el mercado con dos prioridades. Persigue el fichaje de un atacante para el costado izquierdo, con Bryan Zaragoza como principal objetivo para suplir la marcha de Alfon González, y de otro futbolista desequilibrante para el perfil derecho, siendo Juan Cruz el deseado para hacer olvidar a Fer López. El director de fútbol celeste Marco Garcés también ha sondeado porteros, centrales y, sorprendentemente, mediocentros, una demarcación que parecía cubierta.
Claudio Giráldez, que en sus impredecibles alineaciones nunca reúne a más de dos centrocampistas puros, cuenta en su plantilla con cinco especialistas de su total confianza. Damián Rodríguez y Fran Beltrán, con un rol más defensivo, y Hugo Sotelo, Ilaix Moriba y Miguel Román, más ofensivos, forman el quinteto de pivotes. Si llegase uno más incluso se podría hablar de overbooking.
Los contactos del Celta con candidatos para su medular llevan a pensar que alguno de los que está podría salir en las próximas semanas. En ese caso, todo apunta a dos nombres. La continuidad del gondomareño Miguel Román, que en las últimas semanas de la pasada campaña dio el salto del filial al primer equipo, depende de que su rendimiento convenza durante la pretemporada. Por su parte, el vigués Hugo Sotelo gozó de poco protagonismo en las últimas jornadas y por su situación se han interesado equipos italianos de la Liga.
El enfado del Rayo Vallecano con el club vigués por haber ‘tocado’ al senegalés Pathé Ciss no ha hecho más que confirmar las intenciones célticas. Anteriormente, ya había salido a la luz que desde A Sede se preguntó por el brasileño Artur Melo, que pertenece a la Juventus, y por Beñat Turrientes, el canterano de la Real Sociedad. Tres centrocampistas con poco en común, salvo que están consolidados en la élite.
Queda mucho mercado por delante y la puerta de la sala de máquinas se encuentra abierta. Se trata de una demarcación que no resulta urgente apuntalar y por ello Garcés puede emplear una de sus estrategias favoritas. Al mexicano le gusta esperar a que aparezca como ganga un futbolista de alto nivel. Lo que sucedió hace un año con Marcos Alonso para completar la defensa.
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