El Girona, ni contra 10 ni contra 11
El bloque rojiblanco enlaza ya 11 jornadas sin ganar (cuatro puntos de 33 posibles) y se queda a tres puntos del descenso. El empate contra el Leganés, “un golpe muy duro”.
El Girona no deja de colocar piedras en su mochila. El empate contra el Leganés (1-1) fue un nuevo tropiezo y ya son 11 las jornadas seguidas sin ganar. Cuatro puntos de 33 posibles le colocan en el disparadero y el descenso le reclama. Las Palmas, 18º clasificado, le vislumbra a solo tres puntos y la dinámica rojiblanca es tan pésima como preocupante. Míchel no logra dar con la tecla ganadora y el peligro de hundimiento es real.
Por primera vez en su historia, el Girona enlaza 11 partidos sin ganar en Primera. Y el problema es que no pueda con equipos que juegan con 11 jugadores y tampoco contra los de 10. En Butarque, ante el Leganés, compitió más de 70 minutos con un futbolista más que el rival por la expulsión de Cissé y lo desaprovechó. Sí se adelantó en el marcador, gracias a Stuani, pero no supo aguantar el triunfo. Una pérdida (fatal) de balón de Danjuma acabó, en el 92′, con el 1-1 de Munir. Quizás demasiado castigo, pero tampoco inmerecido. Y es que los gerundenses solo tiraron una vez a portería en toda la segunda mitad, que fue gol.
Jugar tantos minutos contra diez, al Girona no le ‘benefició’ y no es la primera vez esta temporada. Si contra el Leganés jugó más de 70 minutos con uno más y no pasó del empate, en la jornada 17, contra el Mallorca, lo hizo durante 62’ por la roja a Muriqi y acabó perdiendo (2-1).
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Este Girona ha entrado en pánico y es que pese a tener tres puntos de margen respecto del descenso, el miedo le está paralizando. En lo que se lleva de segunda vuelta es el segundo peor equipo, únicamente ha sumado siete puntos, y David López quiso lanzar un mensaje de unión: “el empate contra el Leganés fue un golpe muy duro. Perder dos puntos al final nos duele mucho, pero todavía quedan 15 puntos y tenemos que darle la vuelta a esto como sea. En la primera vuelta hicimos 28 puntos y no fue por casualidad. Hay que controlar los pequeños detalles, no rendirnos. Es el momento de estar todos juntos, animarnos. En los malos momentos es cuando se ven a los grupos de verdad y aquí hay uno sensacional. Vernos ahí es una pena y no queda más remedio que tirar de experiencia e ir todos hacia el mismo objetivo en las jornadas que quedan”. El Girona se enfrentará, en este final de Liga, a Mallorca, Villarreal y Atlético en casa; y a Valladolid y Real Sociedad fuera.
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