El Leganés añora los milagros
Marko Dmitrovic, sostén místico en el mejor momento de la temporada ya no luce las paradas milagrosas que lo encumbraron ante Barça, Atlético o Athletic. Los rivales empiezan a marcar más que los goles esperados.
El Leganés juega en Butarque, estadio en honor a la Patrona de la localidad, la Virgen de Butarque. Imbuido por el espíritu místico de su nombre, en ocasiones el estadio blanquiazul alberga milagros. Esta temporada la mayoría los escondía en sus guantes Marko Dmitrovic, portero serbio capaz de, con sus paradas, frenar en su estadio al Atlético de Madrid (1-0) o apuntalar un histórico asalto al FC Barcelona (0-1).
Fue el balcánico sustento clave en el mejor momento de la temporada para los pepineros. Precisamente ante Barça, Atlético y Athletic (en este orden) Dmitrovic paró todo lo que le llegó: 100% de efectividad que transformó probables goleadas en contra del Leganés en duelos con la meta a cero.
A saber, ante el Barça la estadística daba una previsión de goles esperados en contra de 2,63 tantos. Aquello acabó 0-1. Frente al Atlético los números decían que el Lega debía haber encajado 2,42 tanto. Resultado, 1-0. Y frente al Athletic, el asedio de los leones, decían los guarismos, debió haber terminado con 2,08 goles de los bilbaínos. No entró ninguno: 0-0.
Sequía de milagros
Fue precisamente después del empate épico en San Mamés cuando comenzó una bajada de rendimiento generalizada en el Leganés a la que le ha acompañado (no como causa, quizá como consecuencia) el descenso en los ‘milagros’ de Dmitrovic. La tendencia, ha demás, ha ido empeorando.
Ante el Rayo y ante el Valencia, Dmitrovic manejó buenos datos de paradas y porcentajes (2 y 66% y 2 y 50% respectivamente) y una relación lógica de goles esperados en contra y goles realmente encajados: ante el Rayo (0-1) el dato era de 2,28 goles esperados y ante el Valencia (2-0) de 1,92.
Más goles encajados que esperados
Tras Mestalla, vino el bajón. Ante el Alavés el Leganés tenía una expectativa de goles en contra de 1,77 y acabó encajando tres goles y frente a la Real Sociedad, los txuri-urdin deberían haber marcado según la estadística apenas 0,73 goles y acabaron goleando 3-0. Ante el Getafe llegó la excepción porque al Lega no le tiraron, pero el pasado fin de semana, el Celta ganó 2-0 al Leganés con una expectativa de goles en contra de 0,98 tantos.
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Todos estos encuentros se sitúan en la franja estadística más baja de paradas realizadas por Dmitrovic en todo el curso en una tendencia que no sólo indica que a Marko se le han acabado últimamente los milagros, sino también que las condiciones de tiro en la que le llegan son mucho más francas y fáciles para los rivales, dibujando una ecuación resultante de once goles en contra en seis jornadas, a una media de 1,83 goles en contra por partido frente a los 1,48 que promedia el Lega en el resto del campeonato.
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