El mandato del Espai Barça y el regreso sin fecha al Spotify Camp Nou
El proyecto principal a nivel social en esta segunda etapa de Laporta en la presidencia es culminar la reforma del nuevo estadio, que debe garantizar la viabilidad económica de la entidad

Joan Laporta se proclamó vencedor de las elecciones a la presidencia del FC Barcelona el 7 de marzo de 2021 gracias a obtener el 54,28 por ciento de los votos y de lograr, con sangre, sudor y lágrimas, un aval millonario de 124 millones de euros que le permitieron ser investido. Desde el primer momento, la intención del presidente azulgrana fue la de recuperar la solvencia económica de la entidad sin menoscabar la competitividad del proyecto deportivo. Y eso se logró con las famosas palancas, salvadoras en el corto plazo.
Poniendo la mirada larga, el gran proyecto de este mandato era iniciar y culminar el Espai Barça y, especialmente, la reforma del nuevo Spotify Camp Nou. Un proyecto que cuando esté finalizado debe garantizar la viabilidad económica de la entidad además de dotar de recursos suficientes al club para competir con los clubes estado y contra los que tiene a un multimillonario detrás. Y para enterrar el debate sobre la posible conversión del club a SAD en un futuro.
Laporta y su directiva lograron aprobar el proyecto y su financiación. Goldman Sachs logró reunir a suficientes inversores para que pusieran 1.500 millones de euros para empezar a derribar y construir. La constructora turca Limak fue elegida entre polémica pero es la que garantizaba un mejor precio y un menor tiempo de ejecución porque el traslado a Montjuïc ha conllevado la pérdida de 100 millones de euros en ingresos.
El objetivo principal de Laporta y su junta directiva era regresar a casa por el 125 aniversario en noviembre de 2024. Se comprometieron a ello pero los imponderables que siempre existen en una obra lo hicieron imposible. Descartado, la junta se hizo un lío de fechas con el posible regreso y alimentó un retorno cercano al Spotify Camp Nou que todavía está en el aire. El club quiere jugar un partido en el estadio (con 62.000 espectadores) antes de finalizar esta temporada pero los tiempos de las obras es muy posible que no lo permita. En todo este asunto, el error del club fue alimentar las esperanzas de una temprana vuelta a casa cuando los palos en las ruedas para que así fuera cada día crecían más.
Mientras tanto, el Barcelona ya lleva casi dos cursos jugando en Montjuïc. El traslado al Lluís Companys ha sido un palo económico para la entidad pero también social porque ha visto como sus abonados no se han querido movilizar para apoyar a su equipo en el destierro. Ahora ni tan siquiera hay el Espacio de Animación, peleados con Laporta por su negativa a pagar unas multas impuestas al club por la UEFA y LaLiga por incidentes en algunos partidos. El club se la ha cargado y ha abierto un proceso participativo para idear una nueva grada de animación para el futuro Spotify Camp Nou.
El entorno social de la entidad ha estado muy movido en estos primeros cuatro años de mandato de Laporta. Se vivió el bochorno de ver el Spotify Camp Nou lleno de aficionados del Eintracht de Frankfurt, unos 30.000, celebrando el acceso a las semifinales de la Europa League. Fue una noche en la que Joan Laporta acusó a los propios socios de ser, en gran parte, responsables de lo que ocurrió por revender entradas a los alemanes. A partir de ahora, las entradas en liccwin247.competiciones europeas son nominales.
Polémica también ha sido la decisión de celebrar todas las Asambleas de Compromisarios de forma telemática y han salido algunos casos que han puesto en alerta a la oposición, cada día más activa. Hubo tambores de moción de censura durante algunos días; ahora ya silenciados. Fueron especialmente insistentes con todo el caso sobre la inscripción de Dani Olmo. Las plataformas y grupos de opinión Compromissaris FCB, Dignitat Blaugrana, El Senyor Ramon, Seguiment FCB, La Resistència del Palau, Sí al Futur, Suma Barça, Som un Clam, Transparència Blaugrana y Un Crit Valent emitieron un comunicado conjunto para pedir su dimisión inmediata “para dejar paso a una nueva etapa con nuevas formas de hacer y gestionar”. A ello le añadieron el asunto de la comisión que se llevó Darren Dein por la renovación del contrato de Nike. Acusaron a Laporta de manchar gravemente la reputación e imagen del club.
Noticias relacionadas
Quizá muchos de estos temas lo pueda resolver la reforma de los Estatutos, impulsada en mayo de 2022 y que pretende simplificar y modernizar la Carta Magna del FC Barcelona.

En solo un caso el Barcelona y su entorno han cerrado filas. Se trata del famoso ‘Caso Negreira’ y que afecta a todos los últimos presidentes, desde Gaspart, pasando por Laporta, Rosell y Bartomeu. El club espera una resolución favorable en este asunto porque siempre ha negado la corrupción deportivo pese a los pagos acreditados de 8,4 millones de euros al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira.
Rellene su nombre y apellidos para comentar