El mes que cambió a Nico
La concentración de la Selección antes de la Final Four de la Nations resultó decisiva para su futuro. Movilizó a su agente y reactivó, un año después, su fichaje con el Barça.


El 31 de mayo, Nico Willliams aterrizó en la concentración de la Selección española en Las Rozas, con motivo de la Final Four de la Nations League. En la foto de su llegada, aparece ‘escoltado’ por Fermín y Pau Cubarsí. Nico había sido noticia las semanas anteriores por unos problemas de pubalgia que le lastraron en parte durante el final de temporada y que pusieron en cuestión su participación. Finalmente, Luis de la Fuente le convocó y él quiso estar. “Sin esa concentración, hoy no estaría tan cerca del Barça”, dicen algunas fuentes convencidas de que ahí terminó de cocerse su fichaje. Durante esa semana, en la que España ganó a Francia y perdió con Portugal, Nico estuvo muy cerca de los jugadores del Barça, con los que mantiene una estupenda relación pese a que su gran amigo, Balde, no está últimamente en las listas. Sí estaban, sin embargo, los citados Cubarsí y Fermín, más Gavi, Pedri, Dani Olmo…, y Lamine.
De Madrid a Stuttgart, y de ahí a Múnich, una semana de largas conversaciones sobre la planificación de los clubes (con el pago de la cláusula de Joan García en bica de todos) los planes de futuro de algunos, con Lamine recién renovado hasta 2031, como meses atrás habían firmado sus contratos Pedri, Gavi, Fermín o Cubarsí. De fondo, Olmo, y sus problemas con la inscripción resueltos finalmente.
Alguna chispa debió encenderse allí, porque a los cuatro días del regreso de Alemania, Félix Tainta, representante de Nico, se reunió con Deco en un hotel de Barcelona para tratar de reabrir la carpeta que se había cerrado justamente hace un año, cuando el jugador, que había dado el sí al Barça, llamó a Laporta para decirle que lo había pensado mejor y que quería seguir un año más en el Athletic. El Barça, que no se había olvidado de Nico aunque Laporta había ido deslizando que estaba descartado por aquel no, compró la jugada. Deco tenía en su mente Luis Díaz, pero la operación presentaba muchas más dificultades económicas. La de Nico tenía fácil solución: la cláusula.

Los amigos de Nico debían estar al tanto de la jugada. Horas después de desvelarse el encuentro Deco-Tainta en Barcelona, Lamine subió a su cuenta de Instagram una foto con el extremo del Athletic en la Selección. Demasiadas coincidencias para un fichaje que, esta vez sí, parecía ir adelante. La semana siguiente, entre los días 18 y 19 de junio, se cerró definitivamente el acuerdo con el jugador a la espera del pago de la cláusula, cuyo precio está entre los 62 y 64 millones de euros según diversas fuentes. En esos días, Deco viajó a Ibiza. Nunca se supo si para ver cara a cara al jugador o para confirmárselo a Hansi Flick, que estaba en Formentera. Pero el tema de conversación sí era seguro. Finalmente, el pasado martes 24 de junio, el representante del futbolista comunicó al Athletic Club que el deseo del jugador es jugar en el Fútbol Club Barcelona.
A Nico, cuyo fichaje ya ha sido bendecido incluso por uno de los que podrían ser damnificados, el capitán Raphinha, sólo le queda ya esperar a que el Barça ejecute el pago de la cláusula. Mientras, le está tocando lidiar con episodios desagradables, como los insultos en el mural de Barakaldo. Estertores casi en el final de una historia que tendrá segundo capítulo cuando el Barça pague la cláusula y tenga que encontrar el espacio necesario ante los ojos fiscalizadores de LaLiga para inscribirlo. Pero ese será otro capítulo. De momento, este fue el junio que cambió la carrera de Nico.
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