El Valencia escucha ‘Pam-pam orellut’

Al Valencia le queda mucho por hacer, sobre todo en los despachos. Los de Carlos Corberán se estrenaron con derrota contra el Castellón y con solo una cara nueva en el campo, la de Raba. Agirrezabala se quedó sin debutar, Corberán se decantó por dar minutos a Dimistrievski y Rivero, y Ron Gourlay, nuevo CEO de Fútbol, escuchó por primera vez lo de “Peter vete ya”. O el ejecutivo escocés se activa de aquí a septiembre o se va a tener que acostumbrar a la cantinela.

El dominio del Castellón sobre el Valencia fue absoluto durante la primera mitad. Los albinegros estuvieron mejor en la presión y en la ejecución. Los de Johan Plat hicieron suyo el balón y suyas fueron todas las ocasiones. Los goles de Camara, con preciosa asistencia de tacón de Suero, y Cipenga premiaron esa superioridad. De no ser por Dimitrievski, uno de los nombres propios del verano por Valencia tras el fichaje de Agirrezabala, los castellonenses se hubiesen ido al descanso con algún gol más de ventaja.

El Valencia de Corberán dio más que hablar por lo que no se vio que por lo que hizo. Está claro que Guillamón y Cenk no cuentan, de ahí que ni estuvieran convocados; también que Corberán anda corto de delanteros, con el añadido de la lesión al poco de empezar de Alberto Marí. De ahí que colocara a Raba como segundo punta, una posición en la que se le verá bastante en este Valencia, y de ahí que tuviera que colocar a Otorbi de ‘9’ tras la lesión de Marí. Pero a la espera de quien o quienes ocupen las vacantes de Sadiq y Rafa Mir, Corberán está en manos de Hugo Duro.

Hugo Duro demostró en el primer balón que tocó que se puede contar con él. Nada más arrancar la segunda mitad, un buen centro del recién renovado Jesús Vázquez lo remató de primeras Hugo Duro. El balón impactó en la mano de un defensor y el árbitro señaló penalti. Lo transformó Sergi Canós, otro con los que no está claro que esté en los planes de Corberán, si bien, al menos, Canós se reencontró con el gol en su vuelta a los terrenos de juego tras pasar perderse el final de temporada por lesión.

El Valencia, pese a recortar distancias de manera tan temprana, no transmitió sensación de peligro en ninguna fase de la segunda mitad. Solo alguna internada de Jesús Vázquez (el más activo de todos los blanquinegros) inquietó a la zaga albinegra, que vivió una tarde plácida en el Antonio Puchades. De hecho la mejor ocasión en los segundos 45 minutos (en los que tanto Corberán como Plat cambiaron hasta los percheros) fue también del Castellón, un remate de Flakus que desvió con acierto Cristian Rivero.

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