Griezmann ‘Reloaded’
El francés ha asumido su nuevo papel en el Atlético: ante el Alavés fue el mejor desde el banquillo, con retazos del viejo Griezmann.
Griezmann se ha tomado la pastilla roja. El francés ha despertado. O al menos eso pareció en Vitoria. Cuando el Griezmann de siempre asomó de nuevo en la hierba. Desde su nuevo papel. Ese que desde mediados de la temporada pasada comienza en el banquillo. Pero como en aquella temporada 22-23 en la que, para sortear la cláusula que obligaba a su compra al Barcelona por parte del Atlético al cumplir un número determinado de partidos que ya estaba al borde, haciendo ley lo de que con un poco de Griezmann es mucho.
Compareció Griezmann en Mendizorroza con todos sus viejos trucos de siempre desempolvados para tratar de arrancarle el empate al partido y que el equipo sumara la primera victoria de la temporada en un comienzo atragantado, entonces ya sin victorias ni ante Espanyol ni ante Elche. Con la capacidad de filtrar pases por dentro y empujar al equipo al área contraria. Sacar del sopor a los demás. Devolverles el pulso. Fue el futbolista del Cholo que más centros intentó (5) en un duelo en el que ingresó en el minuto 73, con un 77,3% de acierto en el pase, ocho de ellos en el último tercio.
El 15º en minutos de la 25-26
Griezmann fue el mejor del partido, estampando, incluso, un balón en el palo, cerca de poder cambiar el signo de otro empate que sumar a los dos anteriores que hacen que el Atleti llegue al parón como nunca antes lo hizo con el Cholo, dos puntos de nueve posibles (algo que al equipo rojiblanco no le sucedía desde la 09-10 con Abel, sin victoria hasta la jornada 5ª que terminó por llevarse en la 7ª al técnico por delante). En los dos partidos anteriores de los rojiblancos el mapa de calor de su rendimiento fue un velo, apenas nada en la hierba.
Un Griezmann que, como desde hace un año que renunciara a su selección para focalizar su rendimiento en el club, obligado por el paso del tiempo que a todos alcanza (son ya 34 años), es uno de los futbolistas que en este parón se han quedado en el Cerro, para ejercitarse con el Cholo, ocupado en sacar al equipo del hoyo de resultados en el que está metido. Apunta a titular en el regreso de la competición, en un partido ante un rival de su Liga ya, el Villarreal, después de que una apendicitis aguda alargue la baja de Baena previsiblemente un mes más, cuando estaba a punto de regresar al grupo ya. En las pruebas con posibles onces que el entrenador argentino está realizando esta semana, el francés está siendo titular. Y con rendimiento. Y un detalle que puede no ser nada pero en el viejo Griezmann significaba mucho: un cambio de look en su pelo.
Adiós al largo de la última temporada que, sobre su rendimiento es como el de Sansón cuando se lo cortaban: lo mermaba. El francés regresó el martes a los entrenamientos del equipo con un corte a lo mullet, como el que en su día popularizó Fernando Torres y no es baladí. Siempre cambia su pelo cuando siente que ha cambiado su mentalidad.
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A punto de irse a la MLS, al final el Atleti tiró más de su corazón. Un Atleti en reconstrucción y renovación alrededor de Julián Alvarez. Un Atleti que Griezmann no quiere perderse porque no quiere irse sin antes otra foto en Neptuno. Siempre futbolista de picos y valles, en los últimos años los periodos que separan los altos y bajos son más pronunciados. Ya estuvo en 2022 con un tapón terrible en sus botas que en la 22-23 pulverizó con ese poco que era mucho. Ahora busca lo mismo. Con esa pastilla roja deshaciéndose en su paladar, mientras despierta del sueño en el que ha estado sumido los últimos meses.
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