Izeta: “Voy a pelear por jugar en el Athletic, es la máxima aspiración que tengo”
“Es duro, siempre es un hándicap y hay que saber llevarlo”, comenta de su paso por el Bilbao Athletic y, por edad, pese a sus 21 goles, no poder debutar y jugar ahora cedido en el CD Mirandés. Acaba contrato en junio.


Urko Iruretagoiena (29- 9-1999), alias Izeta por el mote familiar de su familia, plagada, curiosamente, de harrijasotzailes (levantadores de piedras), en Aia, Gipuzkoa, deberá competir con Sannadi o Martón en caso de seguir en el Athletic, donde acaba contrato el próximo mes de junio: “Voy a pelear por jugar en el Athletic, es la máxima aspiración que tengo”, señala convencido el versátil delantero, cedido este curso en Segunda en la revelación del campeonato, CD Mirandés. “No sé si podré jugar en el Athletic. Ahora mismo pero hay mucha gente por encima de mí, pero tengo que ponérselo difícil”, reitera marcándose el objetivo en su carrera.
“Venimos tantos cedidos que estamos todos con muchas ganas de aprender. Con el hambre de demostrar y querer hacer las cosas bien”, señala Izeta, de 25 años, en una campaña junto a Rincón y Egiluz en su misma situación, repitiendo experiencias fructíferas a la orilla del Ebro de antecesores como Iñigo Vicente, Dani Vivian, Martón o Beñat Prados. Izeta suma 8 goles en 26 partidos, con dos asistencias.
Un Izeta que el curso pasado, por edad, no pudo debutar en el Athletic por serle imposible dada la reglamentación vigente, regresar al filial pese a que marcó 21 goles siendo el pichichi de la Segunda Federación como palanca para el ascenso. “Es duro, siempre es un hándicap y hay que saber llevarlo. Pero si me dices hace tres años que iba a jugar en el fútbol profesional, hubiese pensado que es mentira”, señala en una entrevista en Onda Vasca el exariete de SD Eibar y SD Amorebieta, desde donde fue captado en enero de 2023 por Ibaigane alcanzando un acuerdo económico con el club armero como revulsivo en ataque.
Izeta, que en categorías inferiores llegó a marcar 15 goles en un partido, atraviesa un momento dulce en Anduva a las órdenes de Alessio Lisci después de costarle entrar en dinámica. Tanto que actúa de escudero del argentino Joaquín Panichelli, cedido del Alavés. A sus 25 años, sostiene que este CD Mirandés “es un buen escaparate, vamos allí a aprender y nos dan minutos en el fútbol profesional. La clave es el hambre con el que vamos porque queremos aprender. Estoy muy contento, me está enseñando lo que es el fútbol profesional y lo que hay que rendir dentro y fuera del campo, cuidarse. Es muy enriquecedor estar aquí, gozo de minutos y las cosas me van bien”, remata.
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