Pablo García aporrea la puerta de Pellegrini
Al atacante canterano se le siguen cayendo los goles, hizo el primer tanto del Betis esta pretemporada y se aferra a la posibilidad de quedarse en el primer equipo.
Pablo García es la sensación, por ahora, del verano en el Betis. Tras su póker de goles a Alemania en el Europeo Sub-19, que lo puso en el radar de quien estuviera despistado, el atacante del filial sigue aporreando la puerta del despacho de Manuel Pellegrini con la intención de ser uno más del vestuario y no vivir esta campaña a caballo entre el primer equipo y el filial.
Y su carta de presentación es lo más caro en el fútbol y lo que mejor se le da: meter goles. Ante el Farense, en el primer amistoso de la pretemporada del Betis, abrió la cuenta goleadora de los verdiblancos tirando de instinto para cazar un balón suelto dentro del área y ponerlo dentro de la portería portuguesa a pesar de no hacer el mejor de los remates posibles. Pero cuando se tiene gol, hasta los malos disparos entran.
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Renovado hasta 2029 en el pasado mes de enero, Pablo García, a sus 19 años, lleva 13 temporadas en un Betis en el que entró en categoría prebenjamín. Y las novias empiezan a florecer, puesto que el Wolverhampton ya lo ha rondado y lo sigue teniendo en su agenda. En el Betis saben que se tiene un diamante en bruto al que quieren marcarle unos pasos firmes. El bendito problema es que el rendimiento de Pablo García apunta a saltarse todos los plazos previstos.
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