Solares y Uruñuela toman las riendas del Real Valladolid
La semana que viene se presentarán en sociedad y comunicarán sus planes para la entidad blanquivioleta ante la Prensa.
Ya están aquí los propietarios. Los mayoritarios, Ignite, y los segundos máximos accionistas, Ben Oldman. Lo esperado. Primera toma de contacto con el Ayuntamiento y con los trabajadores y la semana que viene puesta de largo ante los medios y la afición. Las primeras sensaciones son buenas, como no podía ser de otra manera. Llegan con el objetivo de enderezar el rumbo del club, de ascender a Primera y de estabilizar en la élite a un histórico como es el Real Valladolid. El mensaje lógico. Ronaldo llegó con el de poner al club en cuatro años en Europa y lo acabó dejando en Segunda. Los que llegan, al menos, van con un plan más realista y acorde a la verdadera situación de la entidad. Me hablan de gente cercana y afable. Que conoce el negocio del fútbol, al contrario que algunos de los que dirigieron estos últimos años el club y que procedían de parámetros profesionales distintos a lo que es un club de fútbol profesional. Solares ya gestionó en primera persona el Queretaro y está acostumbrado a saber lo que es el negocio futbolístico. Y Uruñuela, con la incógnita de saber si llega enviado por el Grupo Lauman y si este grupo está detrás de la compra, parece encajar en el perfil de un director general preparado para que cualquier empresa que gestione funcione bien. Ellos dos, de momento, van a llevar la gestión, pero no se descarta que puedan llegar más profesionales mexicanos de su mano.
De momento, sigue siendo una incógnita el dato de quienes son los verdaderos dueños del club, los que configuran Ignite, los que han puesto el dinero. Existe la sospecha muy fundada del Grupo Lauman y nada más. Pero por aquí solo aparecen mexicanos. Ni rastro de estadounidenses. Sin más. Sean todos bienvenidos a Valladolid.
Porque ha llegado el momento de dejar atrás el pasado para ilusionarse con el futuro. Ha llegado el momento de confiar en que Solares, Uruñuela y todos los que vayan a regir de ahora en adelante el club, estén capacitados y preparados y puedan acertar. Gestionando bien, respetando la figura del director deportivo, cosa que en los últimos años no ha ocurrido, y aportando buenas decisiones y sentido común a todo lo que hagan. Y, muy importante, respetando la figura del aficionado, del abonado, de la ciudad de Valladolid. Se han comprado un club, que es una empresa, pero que es algo más que una Sociedad al uso. El Real Valladolid es una institución histórica de esta ciudad y conlleva mucho sentimiento detrás. Aunque la realidad es la que es, y como el fútbol ha cambiado, todo queda en manos de los nuevos propietarios. Solo se les pide honestidad y transparencia a la hora de gestionar. Vayan a estar por aquí dos años, cuatro o 20. El tiempo lo dirá.
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