Un examen para Borja Jiménez

El final de año será, para Borja Jiménez, entrenador del Leganés, un examen complicado. El primero realmente delicado al que se enfrentará desde que cogió al equipo, en Segunda División, allá por mayo de 2023. En el currículum del abulense en Butarque un rosario de éxitos (retorno a Primera División incluido, poca broma) que, con todo, se expone al análisis de un día a día que se convierte en apisonadora en cualquier club del mundo. Y para el actual dueño del banquillo pepinero la exigencia no es excepción.

La fotografía actual es, para él, el primer atisbo de crisis en este año y medio al frente del grupo. Primero, por el motivo más evidente: los resultados. Con sólo un punto de los últimos nueve posibles en su haber (no es la peor racha del curso, pero sí la que más le ha acercado al pozo), nueve goles en contra en los últimos cuatro partidos oficiales y un amago de eliminación en Copa ante el Estepona, el Leganés vive, además, al borde del precipicio del descenso, una situación a la que nunca se ha enfrentado el Lega en esta temporada.

Una hipotética derrota madrileña en Barcelona ante el Barça y una posible victoria del Espanyol ante Osasuna en Cornellá (todo pasa por Cataluña) colocaría al Lega por primera vez en puestos de descenso en toda la temporada. Un escenario que no debería ser sorprendente o alterar la hoja de ruta de los pepineros (entre en lo normal para un equipo que pretende la permanencia) de no ser por estar agitado con otros factores que han enturbiado el ambiente.

Brecha en el vestuario

El más llamativo, la aparición de las primeras diferencias públicas entre el vestuario y el entrenador que se hicieron carne en boca de Renato Tapia. El mediocampista, capitán de Perú, es futbolista con liderazgo y peso en la plantilla y el pasado lunes deslizó varias críticas abiertas al técnico.

Sin alzar la voz, pero con rotundidad, el futbolista criticó que el Leganés piense más en frenar a los rivales que en potenciar sus virtudes, no entendió porque sólo se hicieron dos cambios frente a la Real Sociedad tras 120 minutos disputados en Copa ante el Estepona y dijo no gustarle que se pongan techos de puntos en función de momentos de la temporada porque “esos pensamientos te quitan de ir hacia adelante”, comentó Tapia.

Decisiones criticadas

Estas reflexiones coinciden con lo sucedido en las dos últimas jornadas de Liga, cuando desde el banquillo se tomaron decisiones que han generado debate en el entorno del club y el seno del plantel. En Vitoria, los cambios de perfil defensivo cuando el equipo ganaba por 0-1. El choque acabó con empate a uno con un gol de Carlos Vicente en el 86′. En Butarque, la falta de relevos (sólo se hicieron dos cambios) o renunciar a hacer ningún movimiento más en los últimos instantes del partido. A falta de 10 minutos, se ordenó a los suplentes que calentaban que se metieran en el banquillo.

Cabe recordar que, tras visitar al Barça en el Camp Nou, el Leganés recibirá la visita del Villarreal en Butarque, equipo con aspiraciones Champions que también se perfila como una dura roca en un camino que, visto desde la perspectiva contraria, la de sacar buenos resultados ante culés y amarillos, podría dar como consecuencia el efecto inverso y reforzar los galones de Borja Jiménez en el proyecto pepinero.

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