Qué equipos bajaron de categoría por cuestiones económicas
El Olympique de Lyon es el último soldado caído a manos del dinero. Los galos tendrán que afrontar un descenso administrativo, pese a haber quedado sextos en la tabla...


El fútbol se ha convertido en una máquina de mover dinero, pero también de gastarlo. Un club no es grande únicamente por lo que hace en el campo, sino por cómo gestiona, desde dentro, los movimientos que puede o no hacer. El fair play financiero ha pasado de ser una cuestión desconocida para muchos, para pasar a ser el ‘jugador número 12′ de muchos clubes.
El último ejemplo de ello está en la Ligue 1, el Olympique de Lyon es el último soldado caído a manos del dinero. Los galos tendrán que afrontar un descenso administrativo, pese a haber quedado sextos en la tabla... y haberse clasificado para Europa. “En el marco de la revisión de la situación de los clubes para la temporada deportiva 2025-2026, la Comisión de Control de Clubes Profesionales ha tomado la decisión de descender al Olympique de Lyon al Campeonato de la Liga 2″, dice el comunicado. Sin embargo, este caso no es el único.
Parma (2015)
Uno de los casos más sonados fue el del Parma. Los italianos bajaron desde la Serie A, primera categoría, hasta la Serie D, cuarto escalón del fútbol nacional. Los cruzados cayeron en bancarrota en marzo y, después de un mes, se cifró la deuda en unos 218 millones de euros.
Todos los vienes acabaron embargados: coches, banquillos, gimnasio. No obstante, no fue lo único que se perdió. El equipo se vio obligado a deshacerse de sus trofeos, terrenos e incluso de la marca Parma FC... Todo fue subastado. En las vitrinas del nuevo Parma Calcio 1913 no están ya las tres Copas de Italia, ni la Supercopa de Italia, ni la Recopa de Europa, ni las dos UEFAs, ni tampoco la Supercopa de Europa.

Fiorentina (2002)
Antes del Parma, la Fiorentina ya había vivido la misma película, concretamente 14 años antes. El equipo viola consumó su descenso hasta la Serie C por la fuerte crisis económica que condenó al equipo. “La vieja Fiorentina ya no existe. Es indispensable que nazca un nuevo club que represente a Florencia”, dijo el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Adriano Galliani.
Nápoles (2004)
Pese a ser uno de los históricos del fútbol italiano y europeo, nadie se salva de una mal gestión de las arcas. El Nápoles rozó el cielo de la mano de Diego Armando Maradona, pero, tras su marcha, descendió hasta los infiernos. Los transalpinos estuvieron al borde de la desaparición por las deudas económicas que arrastraban, pero lograron mantenerse... al menos durante un tiempo.
No obstante, en 2004, fue declarado en quiebra con una deuda de 70 millones de euros y no se le permitió inscribirse en la Serie B. La Fiscalía de Nápoles y las sociedades acreedoras Viajes Airon Jet (reclamaba 18.000 euros) e Italstage (exigía 36.000 euros) fueron los encargados de señalar la situación.
El Tribunal de Nápoles acabó decidiendo vender los derechos deportivos a Aurelio De Laurentiis por 29,2M€, según informó EFE en su momento. Ese desembolso de dinero permitió a los napolitanos inscribirse en la Serie C-1.

Rangers (2012)
Pese a ser un desconocido para muchos hasta su irrupción en la Champions de 2024, el Rangers es uno de los grandes equipos de Escocia. Sin embargo, esto no evitó que los dramas económicos acabaran con él. En julio de 2012 la Scottish Premier League se reunió y 25 de los 30 clubes presentes votó a favor del descenso del Rangers a la Third Division, la cuarta categoría del fútbol en Escocia (Premier League, First Division, Second Division y Third Division).
El club llegó a acumular 26 millones de euros en deuda con la Hacienda británica. En junio de ese año se había declarado en bancarrota y estuvo a punto de desaparecer, pero Charles Green, exfutbolista y empresario, evitó la catástrofe. Se hizo con la entidad por 10,5M€ y comenzó un nuevo reto: resurgir. Patrocinadores como Audi se marcharon, mientras que otros como Tennent’s se quedaron.
Real Oviedo (2003)
En Asturias, no siempre estuvieron de enhorabuena. Pese al reciente ascenso del Real Oviedo a primera división después de más de 20 años, también bajaron al barro por cuestiones económicas. En la temporada 2002/2003, el Oviedo no logró llegar a un acuerdo con sus jugadores para solventar la deuda que tenía con ellos. La comisión mixta integrada por AFE y la Liga de Fútbol Profesional acabó determinante el descenso a tercera división por impago. Manuel Lafuente, presidente del club en ese momento, explicó que los jugadores no habían aceptado las condiciones de pago.
Xeréz CD (2014)
Las deudas económicas también acabaron con un clásico, el Xerez CD no pudo hacer frente a sus impagos y se vio abocado al descenso extradeportivo. Cayó a tercera división por el incumplimiento con los pagos a la plantilla que, en un principio, se fijó en 1.7M€ y, más tarde, en 1M€, según el Diario de Jerez.
Una cuestión de dinero
Las irregularidades económicas no sólo provocan descensos automáticos por sanción, también se enfrentan a caer por otras cuestiones. El Leeds United venía de dominar el fútbol inglés, bajo las órdenes de David O’Leary, los británicos habían alcanzado las semifinales de la Liga de Campeones en 2001, aunque cayeron frente al Valencia de Rafa Benítez por 3-0 en Mestalla. Sin embargo, los ‘triunfos’ deportivos no pudieron evitar que en la temporada 2003/2004 descendiera a la Football League Championship debido a las dificultades financieras que les obligaron a vender a jugadores clave como Ferdinand o Jonathan Woodgate. La situación tampoco mejoró en segunda división y, en mayo de 2007, el club entró en concurso de acreedores tras declararse voluntariamente en quiebra. Se les acusaba de irregularidades en la compraventa del club por su presidente Ken Bates.
Este movimiento antes de que finalizara la temporada les permitió esquivar una sanción en la temporada siguiente. El Leeds recibió una penalización de diez puntos esa temporada y bajó hasta la tercera división inglesa por primera vez en su historia. Las infracciones económicas continuaron durante el verano y estuvieron a punto de ser expulsado de la Football League, aunque se le acabó readmitiendo con una sanción de 15 puntos que se aplicó en la temporada 2007/2008.

Algo parecido le ocurrió al Bournemouth. Los británicos no cuentan con el historial más brillante en términos económicos y, sino, que se lo digan a la generación de 1997. Aquellos jugadores tuvieron que pedir limosna en la ciudad para evitar la desaparición. La colecta salvó al equipo y dio lugar al primer equipo comunitario del fútbol inglés.
Y, en 2008, el cielo se les volvió a caer. Las deudas ascendieron por encima de los 7M€, según la BBC. “Había una rueda de prensa a las 12 del mediodía para anunciar el cierre del club. A cinco para las 12 no sabía si iba a conseguir el dinero”, contó Gerald Kraner. “Fue sólo el buen gesto del actual presidente Jeff Mostyn, quien llegó con el dinero, que el club pudo superar ese momento y salir del concurso de acreedores”.
Estas irregularidades supusieron una sanción de 17 puntos y la prohibición de comprar jugadores durante la temporada 2008/2009. Esto provocó el descenso hasta la League Two, cuarta división del fútbol inglés.
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