Aprobados y suspensos del Málaga: un equipo sin rumbo
El cuadro entrenado por Sergio Pellicer ofreció una mala imagen ante el Córdoba, volvió a perder y la amenaza del descenso ya es una realidad. La segunda vuelta blanquiazul es una calamidad.
Alfonso Herrero: Falló claramente en el gol de Jacobo. Ha perdido también ese aura que le había convertido en un portero milagro.
Puga: Trató de multiplicarse en ataque y fue de los menos desacertados, aunque el Córdoba aprovechó varios de sus subidas para ganarle la espalda.
Pastor: Aprobado raspado con alguna imprecisión defensiva.
Galilea: En la línea de Pastor, no fue de los que más desentonó y cumplió en su labor en el centro de la zaga.
Dani Sánchez: Sujetó relativamente bien a Carracedo, pero se le echó en falta una mayor presencia ofensiva.
Luismi: Apenas duró unos minutos sobre el césped. Su lesión muscular es un serio contratiempo.
Manu Molina: No tuvo el día. Le costó imponerse en la medular y tuvo poco margen para generar juego. El Córdoba le maniató bien.
Larrubia: Buscó por dentro, mostró movilidad y algún detalle, pero le sigue faltando ser más determinante en algunos momentos puntuales.
Lobete: Algún destello, sobre todo en el primer tiempo. Demasiado poco para lo que se espera de él en ataque.
Kevin: Pudo cambiar el rumbo del partido en un dos contra el portero en el que decidió de forma horrible. Vio la quinta amarilla y acabó sustituido. No estará en Huesca.
Chupete: Tuvo una ocasión muy clara para marcar pero la estrelló en el larguero. Luego fue bastante a menos. Aún le falta un punto de cocción para ser titular en Segunda.
Juanpe: Entró muy al principio por el lesionado Luismi. Dio un muy buen pase a Chupete en la ocasión del canterano. Más allá de eso, su partido fue bastante discutible.
Yanis Rahmani: Entró en el descanso y confirmó que no está para casi nada. Nula aportación.
Dioni: Cuesta mucho entender su suplencia. Tuvo una ocasión clara para empatar, pero su remate le salió muy centrado.
Aarón Ochoa: Tuvo un par de gestos técnicos de quilates. De los pocos que aprobaron en el segundo tiempo.
Antoñito Cordero: Más allá de botar las acciones de estrategia, su aportación ofensiva fue muy pobre. Hace tiempo que su nivel bajó de forma alarmante.
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