Barcia vuelve para quedarse... con su renovación encarrilada
“Va bien”, apuntó Soriano sobre las negociaciones con el canterano, que completó un partido notable ante el Eibar tras dos meses y medio fuera.
El pasado 17 de noviembre, Dani Barcia dejaba el césped tras la derrota del Deportivo en Almería consciente de que quizá tardaría en volver a los terrenos de juego. Forzó en ese encuentro con un aparatoso vendaje en el muslo, que no impidió una lesión en el recto que lo dejó KO durante mes y medio. Después de otras cuatro semanas de puesta a punto, Gilsanz le devolvió la titularidad ante el Eibar y el canterano retomó la competición donde la había dejado: con un rendimiento notable en el que está siendo su año de debut en el fútbol profesional.
No es la primera vez que el central desnuda cualquier excusa relacionada con el ritmo o la inactividad. Cuando le toca jugar, Barcia responde. Simple. Lo hizo el año pasado en Primera Federación a las órdenes de Idiakez, lo hace ahora en Segunda, demostrando que, una vez recuperado de su lesión, ha regresado al once para quedarse. Este domingo visita Riazor precisamente el Almería, que le ofrecerá la opción de revancha y de cerrar el círculo.
Está por ver cómo acaba esta primera campaña como profesional, pero lo que sí tiene claro el Depor es que cuenta con un central de futuro. Desde luego más futuro que ese horizonte de 2026 en el que finaliza el actual contrato del joven. En el club llevan meses buscando una ampliación similar a la de otras perlas de Abegondo y Barcia era el que faltaba, algo que está a punto de solucionarse: “Va bien, muy bien. Hemos conversado, llevamos tiempo. Pero viene la lesión, todo se retrasó también con el mercado, que desvía un poco. Pero la cosa va bien. Estos temas llevan su tiempo, pero intentamos llegar siempre a buen término”. Así de convencido se mostraba hoy Fernando Soriano, cuyo lenguaje no verbal mostraba todavía más confianza que sus palabras.
Barcia, al borde de la sanción
Confiando en haber superado los problemas físicos, Dani Barcia tiene todavía que sortear un obstáculo más para tener continuidad en el once: las sanciones. Porque la lesión le llegó el día en el que vio la cuarta amarilla y desde entonces está apercibido. En Ipurua, además de hacerlo bien, lo hizo limpio, cometiendo apenas dos faltas. El potencial ofensivo del Almería le pone un nuevo reto en la siguiente jornada.
En todo caso, la buena noticia para Gilsanz es que, en su ausencia, Pablo Martínez dio un paso adelante. El francés había salido del equipo por bajo rendimiento, pero desde su regreso al once ha recuperado una buena versión que da plena confianza para cuando el canterano vuelva a ausentarse.
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