Cervera: “Me agarro a las ganas que tiene el vestuario de cambiar las cosas”
El técnico admitió que la derrota frente al Levante fue un “inesperado palo muy duro” y que necesitan conseguir una victoria que les devuelva la confianza.
El Tenerife vuelve a jugarse la vida mañana sábado en el Heliodoro Rodríguez López (17:30 hora canaria) frente al Castellón. Después de una dolorosa derrota contra el Levante el pasado martes, los blanquiazules encadenan otro partido en su feudo para intentar remontar vuelo en la que se presupone como una de sus últimas balas.
Sin embargo, el hecho de tantos partidos seguidos es algo que, en esta situación, perjudica a los tinerfeños. “Cuando juegas miércoles-domingo, las cosas van bien y la situación es un poco más cómoda no pasa nada porque los jugadores lo que quieren es jugar; pero en nuestra situación necesitamos más entrenamientos porque queremos mandar muchos mensajes y hubiéramos preferido más tiempo entre partido y partido”, comentaba Cervera en rueda de prensa. “El partido del Levante fue un palo muy gordo para todos. No nos lo esperábamos. Veníamos de un partido aceptable tres días antes y el del martes tuvo el peor escenario posible”, continuó explicando y cerrando el episodio de un choque del que no sacó “nada positivo”.
Sin embargo, el encuentro de este sábado es distinto. Mucho, según el entrenador ecuatoguineano. “El de mañana es un partido complicado. Es el equipo más diferente a la categoría: juegan hombre a hombre, dejan pocos jugadores atrás e incorpora muchos adelante. Hay que tener mucha visión para acertar; si no, seguiremos incómodos en el campo”, lo que en la mayoría de las situaciones, según el técnico, conlleva a una derrota. De todos modos, Cervera cree tener la clave para el choque: “Es fácil explicar cómo se le hace daño al Castellón: con velocidad, ganando los duelos individuales y con uno contra uno. Lo difícil es hacerlo”.
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Después del revuelo que causó en redes sociales una jugada del partido frente al Levante donde uno de los defensores bajaba a defender sin intensidad cuando el equipo recibe el 3-0, el técnico ha descartado que la plantilla no esté comprometida. “No veo falta de actitud, detecto todo lo contrario: ganas de que las cosas salgan bien. Me preocupa más que el juego sea bueno”, manifestaba el preparador. “Me agarro a las ganas que tiene el vestuario de revertir la situación. Necesitamos que los resultados tengan para que tanto jugadores como yo tengamos más confianza en lo que hacemos”, concluyó.
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