La Cultural no tiene donde entrenar
Problemas en la ciudad deportiva llevan al club a pedir cobijo en otros campos de la ciudad.
Definitivamente la Cultural ha caído en la Segunda División con el pie torcido. Fichajes tardíos, lesiones, peticiones desoídas, tres derrotas en otros partidos y, ahora, sin sitio para entrenar. De golpe, el equipo leonés se ha visto en la ‘calle’ y solicitando cobijo a entidades o poblaciones cercanas donde haya un campo de fútbol con unas mínimas condiciones. Es la consecuencia de un nuevo contratiempo en una de sus instalaciones, esta vez el Área Deportiva de Puente Castro, lo que dificulta la preparación del encuentro ante el Leganés. Y no parece cosa de unos días.
El club anunció a principio de esta semana una variación en su rutina de entrenamientos, que, hasta nueva orden, y a consecuencia de los desperfectos provocados por un hongo que dejó la hierba inutilizable, dejarían de llevarse a cabo en el campo número 1 de la ciudad deportiva. Ese es el escenario más utilizado por la primera plantilla de la Cultural en los últimos tiempos por dimensiones y buen estado. El campo número 3, el que desde la creación de la instalación municipal fue asignado en exclusiva al equipo, no es el del agrado de técnicos y futbolistas para llevar a cabo una sesión de calidad que requiere un club de la Liga Hypermotion. Tratan de evitarlo.
En cuando el estadio, la orden es no sobrecargar un escenario que a la conclusión de la pasada temporada tuvo que ser levantado por imposición de La Liga y que llegó muy justo al primer encuentro de la Cultural como local. De hecho, el primer contacto de los pupilos de Raúl Llona con el Reino de León tuvo lugar en dicho partido contra el Almería. Desde entonces, entrenamientos, los justos y necesarios por temor a ‘recaídas’.
El panorama se agrava al no disponer León de otros campos de fútbol que se adapten a le necesidad del club, aunque en las últimas horas se entablaron contactos con la Universidad de León para poder utilizar el estadio de atletismo. Hasta que llegue el acuerdo, se buscarán parches que implican abandonar la ciudad como ocurrió a principios de semana con el entrenamiento realizado en la vecina localidad de Santovenia de la Valdoncina.
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Esta problemática incide en el viejo anhelo del club de contar con una ciudad deportiva en propiedad para atender la exigencia del primer equipo y dar más espacio a las categorías inferiores, que día tras día se amontonan sobre un mismo campo de hierba artificial que se queda pequeño. Desde hace meses, sus dirigentes y el Ayuntamiento tratan de desbloquear una crisis que tiene una única salida y que no es otra que la promesa de Aspire, dueño de la Cultural, de construir un campo de rugby en otro emplazamiento para que el Área Deportiva, hasta ahora compartida con el deporte oval, quede en exclusiva para uso y disfrute de la entidad culturalista.
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