Tomeo pasa de ser mediocentro a un central de garantías
La última incorporación del Valladolid ha crecido de la mano del Mirandés. Alessio Lisci convirtió al turolense en un zaguero de gran proyección que busca jugar en Primera.
El Mirandés es un buen espejo donde mirarse o eso, al menos, deben estar pensando en Valladolid ya no solo en el aspecto económico e institucional sino también en el deportivo. El club banquivioleta quiere hacer bien las cosas desde un primer momento, tras una última temporada nefasta que acabó con el descenso del equipo.
Víctor Orta se ha hecho cargo de la dirección deportiva con el fin de dar un giro de 180 grados al trabajo realizado en los últimos meses. La entidad quiere construir una base sólida desde los cimientos, es decir, desde la línea defensiva. El conjunto pucelano se ha hecho con los servicios del exrojillo, Pablo Tomeo, una de las grandes sensaciones de la pasada temporada.
El futbolista de Alloza ha mejorado sus prestaciones en las dos temporadas que ha defendido la camiseta jabata, con cambio de rol incluido ya que, en un principio, llegó a Miranda para reforzar el centro del campo. Sin embargo, Tomeo se afianzó en el once actuando como central en una línea defensiva de cinco hombres. Es quizá la principal incógnita, dependiendo del sistema de juego que finalmente emplee Guillermo Aldama en Valladolid: ver si Tomeo también cumple a la perfección en una línea de cuatro. Cualidades no le faltan (visión de juego, buena salida de balón y buen juego aéreo) y la pretemporada no ha hecho más que empezar.
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