Vallecas se prepara para su noche más especial
El Rayo debe hacer valer su ventaja para pasar a la liguilla. El barrio se prepara para esta cita con la historia. “Esto es lo máximo”, coinciden sus abonados más antiguos.
“Llévame al barrio, mi amor”. Lo canta Duro Galván y lo pensó el Rayo, tras imponerse al Neman Grodno (0-1) en la ida de esta ronda previa de Conference. Vallecas se pone guapo porque tiene ganas de Europa y Europa, del barrio más grande del continente. Hace cuarto de siglo que los franjirrojos se colaron en cuartos de final de la UEFA y la ilusión de la hinchada, desde entonces, era volver a situar a Vallecas en el mapa. Ese es el sueño de los aficionados más jóvenes y de los más veteranos. De los que llevan un suspiro y toda la vida. Están listos (sigue el partido de hoy en directo en iccwin247.com).
“Fui a Andorra y, después del partido, me quité la camiseta del Rayo, porque me daba cosa después de haberle metido 10 al Constel·lació. También viajé a Burdeos con mi mujer y otros amigos de la peña El Changarro en autobús. Salí en una noticia de Telemadrid y mi yerno me vio desde Segovia. No daba crédito. No me perdí ni un encuentro de la UEFA en Vallecas. Teresa Rivero nos invitó a ver alguno en el palco“, desvela Rafa Garrido, el abonado número 1, mientras muestra a AS los carteles de todas y cada una de estas citas expuestos en su museo.
En las paredes lucen la camiseta de aquella temporada 2000-01 y otra conmemorativa de las tiendas Tipo. Rafa escuchó el choque del pasado jueves en “Radio España” y no cierra las puertas a viajar a sus 88 años. Las ganas son su gasolina. “Si mi hijo Santi quiere, vamos. Depende de él...”, se arranca, aunque pone un pero: “En avión no voy. Prefiero ir en autocar o incluso andando”. Es optimista por naturaleza. “¿Quién es el mejor del mundo? Mi hijo. Pues el Rayo igual, es el mejor de todos”, se emociona el más antiguo de los socios.
Otro es Ángel Ortega, que tiene el número 36 en su carnet y puede presumir de haber sido directivo con Pedro Roiz, Marcelino Gil, Francisco Fontán... Es un rayista y un vallecano orgulloso. “Antes éramos cuatro amigos ayudando y vivíamos para el Rayo. Es mi vida, como le pasa a Rafa”, dice con cariño Ángel. Ahora reside en San Agustín de Guadalix, pero no hay un día en que no baje a Vallecas. “Esto para el barrio es lo máximo. Hace 25 años viajé a Andorra, Moscú, Burdeos y Vitoria”, recuerda.
Al primer desplazamiento, el de Andorra, también acudió Rafa García Navas, el speaker de la Franja desde hace más de dos décadas. Eso sí, la pasada UEFA la vivió como aficionado. “Pertenecía a la peña La Bota, que se llamaba así por la bota de vino”, ríe la voz del Rayo, que prosigue: “Viajamos a día. Yo llevaba mi bandera y una trompetilla pequeña. La afición no ha cambiado. Somos más y estamos más unidos. La hinchada tiene la sangre caliente, no deja de animar y no se pierde ni una salida. Yo llegaba de las promociones de Segunda B a las cuatro de la madrugada y luego me iba a trabajar”.
Su fidelidad le ha llevado a ser el abonado 34 y este jueves estará en Vallecas. “El Rayo es un ejemplo. Representa a un barrio obrero que compite en Primera con transatlánticos”, reflexiona Rafa, que avisa: “Pasaremos, pero no hay que hacer el tonto. Europa es muy traicionera. Confío en que Iñigo tenga un plan”. El de Toñi Sanjuán está claro: “Iré al campo a apoyar”. Las emociones se agolpan, porque hace 25 años le acompañó su padre Rafael —el socio número 1 entre 2004 y 2019— en todos los partidos en casa. “Según veíamos que pasábamos, crecía la ilusión. Al día siguiente, sacábamos pecho. En el trabajo me daban la enhorabuena”, reconoce.
El sueño europeo salpica cada rincón del barrio. “Lo van a sacar, pero hay que ser prudentes. Mira lo que el Neman le hizo al Klaksvik. Es un orgullo que el Rayo pasee el nombre de Vallecas por el continente. Eso de comprar el periódico y verlo ahí, me pone los pelos de punta. Y más sabiendo cómo nació la Agrupación y cómo le costó salir adelante”, narra Toñi, que empezó portando el número 5.997 en el carnet y ahora ha bajado hasta el 33. Ella es la fiel heredera de un ilustre apellido entre el rayismo.
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Vallecas tiene ganas de Rayo, después de 96 días huérfano de él. Desde la fiesta por el octavo puesto, la afición ha visto cómo avanzaban las obras de la Comunidad de Madrid para dejar listo el estadio y cómo los de Iñigo Pérez descorchaban LaLiga en Montilivi (1-3) y San Mamés (1-0). El técnico franjirrojo tiene a todos disponibles —salvo a Luiz Felipe, que no está inscrito— para la gran noche y los nervios revolotean en el estómago. Es el turno de volver donde todo empezó, de cantar en Payaso Fofó. De volver al barrio, mi amor.
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