Bofetada a la ilusión, pero España se levanta gracias a los relevos
Daniela Fra cae en el 400 vallas y cuando varios resultados alejaban el sueño del podio en el Europeo... la Selección resurge. Es 6ª a 7,5 puntos del ‘cajón’.
Daniela Fra peleaba por estar entre las tres primeras en el 400 vallas. La ‘Golden Bubble’ volaba sobre las vallas, veía que podía bajar por primera vez de 55 segundos. La grada estallaba en aplausos. La fluctuación de puntos iría de 14 a 16... hasta que el deporte muestra esa cara en la que te abofetea con la mano abierta. La velocista de Torrejón, que lleva un año de ensueño, tropezaba con el último obstáculo y se iba al suelo. Estupor, lágrimas, tristeza. Los aplausos explotaban, pero Daniela no tenía consuelo. Aun así se fue a la grada a saludar, a casi pedir perdón sin nada que reprocharse.
“Estoy muy triste por lo que ha pasado, pero a la vez estoy contenta por el ánimo de la grada. Me da mucha pena todo esto. Tengo que empezar a tranquilizarme. Estoy seguro de que ahora recibiré todo el apoyo. Necesitaba ver que la gente estaba conmigo y verlo me ayuda mucho. Quiero dar las gracias a todo el público, a mis compañeros y a todos los que me han dedicado una buena palabra. Decidí levantarme tras caer porque creía que era lo que debía pasar. He luchado con todo, ojalá mis compañeros lo hagan mejor que yo”, explicaba entre lágrimas y aguantando como podía para sacar palabras del nudo de la garganta.
Tras el golpe de realidad el relevo devolvió la sonrisa a la Selección con un fabuloso 38.57 (segunda marca española de la historia) del cuarteto masculino formado por Jorge Hernández, Abel Jordán, Adriá Alfonso y Guillem Crespí para ser quintos. Y tiró de los lados para ampliarla mucho más gracias a las chicas que lograron un fabuloso 42.11 (récord de España) y sólo cediendo ante la poderosa Holanda (42.02, récord histórico del campeonato). Esperança Cladera, Jaël-Sakura Bestué, Paula Sevilla y Maribel Pérez bordaron su actuación.
Miltiadis Tentoglou también vale el precio de la entrada. El canguro griego de 27 años, que suma doce oros entre Juegos Olímpicos, Mundiales y Europeos, decidió que su país debía sumar 16 puntos en longitud y que los valientes aficionados que había en las gradas (algo más de media entrada) a las 18:00 con 39 asfixiantes grados se merecían un espectáculo digno del mejor atletismo continental. Y en el segundo intento voló hasta 8,46 (récord histórico del certamen) pese a dejarse catorce centímetros a la tabla. Y 8,44 en el cuatro. Espectacular. “Creo que podía haber saltado más hoy, pero estoy muy contento tras el triunfo. Grecia necesitaba estos puntos”, decía Tentoglou.
Hasta 27 de seguridad a la batida Lester Lescay para salir del atolladero tras dos nulos y permitir respirar a la delegación española que no podía permitirse ese cero. “Decidí dar ese paso atrás para sacrificar el salto por el equipo e intentar pasar al cuarto intento, pero no pudo ser. Pero tenía claro que no podía quedarme sin sumar”, explicaba el bronce mundial indoor. Un rosco que sí sumó el holandés Justin Sluijter penalizando de manera tremenda al líder de la general. España sumó ocho puntos, menos de lo esperado, más de lo que estuvo cerca de ser. Dos más, diez, rascó Laura Redondo (65,93) con el martillo.
Quique Llopis cumplió en el 110 vallas, pero dos toques en los obstáculos finales, que casi le cuestan irse al suelo, perjudicaron un resultado mejor que el cuarto (13 puntos) que logró con 13.40. “No he tenido buenas sensaciones, ya ni desde la salida. Había que rendir y al menos he podido aportar un buen número de puntos”, explicaba el valenciano.
Sabor agridulce que volteó minutos después otra velocista de vallas nacida en la misma comunidad, Xènia Benach. A los 25 años derribó la barrera de los 13 segundos por primera vez en su vida para ganar la serie B con 12.94, quinta mejor marca española de la historia empatada con Caridad Jerez. En el agregado, Xènia fue 8ª y entregó a la bolsa común 9 puntos. “Ya estoy en el club del sub13. Venía novena así que he sacado un punto más de lo que se esperaba de mí”, afirmaba una risueña Benach.
Turno del 800 femenino con Lorea Ibarzabal y una curiosidad que demuestra qué significa este campeonato para los países. La húngara Szabo se lesionó y saltó al tartán la pertiguista Hanga Klekner, que entró en meta 26 segundos después de la última, pero dio un punto extra a Hungría: uno en lugar de cero. Seis más se llevó Lorea Ibarzabal (2:02.41) que pagó caro un 200 inicial muy fuerte para ser octava en la serie A, más dos plazas perdidas añadidas en el agregado de la prueba con los tiempos de la otra carrera.
Tremenda alegría la que dio David González en una altura que tantos años lleva en el ostracismo masculino. El burgalés de 21 años está decidido a devolver galones a su especialidad y en Madrid logró marca personal (2,21) para sumar muchos más puntos de los previstos, nada menos que once tras ser 6º. Doce logró Jesús David Delgado en el 400 vallas con 49.06. Por su parte, María González saltó 12,85 en el triple y sumar tres puntos en una de las pruebas en las que España más sufrió con la baja de Ana Peleteiro. En el último concurso del día, las buenas noticias volvieron con el cuarto lugar de Diego Casas en disco (64,77). Hoy, las doce últimas finales y no lo duden, España seguirá luchando desde la 6ª posición con 249 puntos, a 7,5 del podio y a 41 del líder, Italia, 290.
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