España se acerca al Mundial

Por mucho que la prudencia ordenara contemporizar, lo cierto es que España nunca tuvo tan barata una clasificación mundialista como la que arrancó este domingo ante Holanda en el Central de Madrid. Era un partido que había que jugar, claro, como habrá que jugar el del próximo domingo en Suiza, pero también uno que aparecía decantado sobre el papel para los Leones, que impusieron su cartel de favoritos (53-24) sobre el campo ante un rival del que no se esperaba mucho y ofreció aún menos. 6.000 almas, las que tolera el coqueto recinto capitalino en tiempos postpandémicos, ahora que las cifras se manejan con seriedad, acompañaron al equipo nacional en su primer paso hacia Australia 2027.

Lo dio con autoridad el grupo guiado por Pablo Bouza, que tardó bien poco en establecer el orden de cosas previsto. El maul fue, como en tantas ocasiones previas, la unidad de reconocimiento de la Selección. Ante su empuje cedieron en tres ocasiones las líneas holandesas durante el primer tiempo. Ya en la primera tentativa desde el lateral, los visitantes entendieron que no había forma de frenar esa horda de delanteros sedientos de puntos que no pasara por jugar al margen del reglamento. Sam Grove-White fue inclemente. Les castigó con un ensayo y una amarilla a su talonador por antijuego.

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