Golf | Masters de Augusta

Los ‘chaquetas verdes’ españoles degustan el menú de Scheffler en la Cena de Campeones del Masters

Olazábal, Rahm y Sergio formaron parte un año más de una de las tradiciones más reverenciadas del torneo.

Los ‘chaquetas verdes’ españoles degustan el menú de Scheffler en la Cena de Campeones del Masters
The Masters
Jorge Noguera
Nació en Madrid en 1995. Doble grado en Periodismo y Audiovisuales por la Rey Juan Carlos. Un privilegiado, hace lo que siempre quiso hacer. Entró en AS en 2017 y se quedó. Salvo un paréntesis en Actualidad, siempre en Más Deporte. Allí ha escrito sobre todo de rugby, golf y tenis. Ha cubierto el British Open, la Copa Davis o el Mutua Madrid Open.
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Se sabe estrictamente lo que los asistentes dejan que se sepa. Que no es mucho, pero lo suficiente como para hacerse una idea de lo que se cuece en la planta noble de la casa club del Augusta National en la noche del martes de la semana del Masters. Allí se reúnen todos los ‘chaquetas verdes’ vivientes y aún en condiciones de desplazarse hasta Georgia, además del presidente de turno del club, para degustar un menú propuesto por el último ganador del torneo en la Cena de Campeones.

Si el eslogan del Masters es ‘Una tradición como ninguna otra’, esta quizá sea la tradición de tradiciones, instaurada por Ben Hogan en 1952. “Si hay algo en este deporte, y en todos en general, que define lo que es clase y elegancia, eso es el Masters. Y en el cénit de esa experiencia está la oportunidad de sentarse a la mesa en la noche del martes. No puedo imaginarme perdiéndome alguna durante el resto de mi vida”, definió el convite Zach Johnson, uno de los pocos seres humanos del planeta con acceso a él.

Entre ellos figuran por supuesto otros como Jack Nicklaus, Gary Player, Tom Watson, Bernhard Langer o los tres españoles que aún viven de los cuatro (junto a ellos Seve) que conforman el palmarés nacional en esta cita, por orden cronológico de triunfos Chema Olazábal (1994 y 1999), Sergio García (2017) y Jon Rahm (2023). Este último configuró junto al chef José Andrés el año pasado un menú que varios de los comensales definieron como memorable, un homenaje a la cocina española de raíces vascas. Porque de eso se trata, de hacer una propuesta en sintonía con los orígenes del anfitrión. En ese sentido también triunfó por fidedigna la del japonés Hideki Matsuyama hace tres años.

Esta vez, por segunda en este lustro, le tocó a Scottie Scheffler confeccionar los pases, que incluyeron raviolis y albóndigas según su propia receta, gambas estilo asiático, mini hamburguesas con queso, chili con carne, chuletón o pescado como principales y cookies de postre. Similar al que ya elaboró en 2023, así que quizá esta vez Bubba Watson no necesitó comerse un par de burritos antes del cónclave, cosa que reconoció hacer en su momento “porque nunca sabes qué va a tocar”.

“Una noche simplemente mágica”

El maridaje lo compone la catarata de sabiduría y anécdotas que aportan los más veteranos. Algunas han trascendido con el paso del tiempo. Cuenta Bernhard Langer, que este año juega su última edición pero a buen seguro no será su última cena, que en una ocasión Hord Hardin, presidente de 1980 a 1991, invitó a los campeones a hacerle saber sus quejas. “Señor presidente, la mitad de las calles están segadas a favor y la otra mitad en contra, y esto último por supuesto evita que la bola ruede. Somos buenos, pero no tanto como para enviar la bola siempre a la mitad de la calle segada a favor”, le anunció Arnold Palmer. Al día siguiente estaban segadas en contra al completo.

En cierto punto, el vigente campeón se levanta y dedica unas palabras a sus compañeros. Los hay más elocuentes y menos, pero “lo importante es que sus palabras salgan del corazón”, opina Ben Crenshaw. El pedigrí de la audiencia desde luego intimida a cualquiera. “Por supuesto que te pones nervioso”, asegura categórico Fuzzy Zoeller. Y Jon Rahm reconoció en su día que le hubiera gustado conocer de antemano las “dinámicas” del evento antes de acudir.

El espíritu de esta reunión lo resume bien Tom Watson: “Cuando Jack (Nicklaus) habla de sus victorias puedes ver a los más jóvenes prestando atención a cada palabra. Cuando cualquiera habla de cómo ganó el Masters, cómo se sentía, cómo eran sus vidas en ese momento... transmitimos la historia de este deporte. Es algo que mantiene vivos a todos los campeones del torneo". En palabras de Trevor Immelman, “no se puede explicar realmente”. “Es una noche simplemente mágica”.

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