Pádel

El pádel como refugio de guerra: “Sonaban alertas de bombas y la gente seguía jugando”

La selección de Ucrania de pádel se prepara en Madrid para competir en el Europeo, que arranca este lunes, 7 de julio.

La Selección Ucraniana de Pádel al completo en el acto de presentación celebrado en el club La Vida Pádel.
JAVIER GANDUL
Actualizado a

La tendencia habitual es pensar que la guerra lo opaca todo en Ucrania. Que los continuos bombardeos, el contador de víctimas y el miedo eclipsan el día a día de su gente. Sin embargo, allí sigue habiendo motivos para intentar ser feliz. Entre ellos, el pádel, un deporte que ha conseguido echar raíces entre las cenizas y que ahora crece a un ritmo imparable en el granero de Europa.

Representar a un país a nivel internacional es un premio que solo unos pocos pueden saborear y que adquiere una trascendencia mayor cuando lo envuelve un conflicto bélico. Así lo ha dejado patente la selección ucraniana, que se presentó al mundo en el club La Vida Pádel antes de afrontar las dos primeras fases del Europeo, que se disputarán del lunes 7 al domingo 13 de julio en Padel G24, cuyo propietario es el exfutbolista Ezequiel Garay.

Un total de 17 jugadores, nueve mujeres y ocho hombres, vestirán los colores de Ucrania, que contará con el patrocinio de LÕK, una marca que aspira a hacerse un hueco entre las gigantes del pádel durante los próximos años.

Tanto la selección femenina (que debuta este año en la competición) como la masculina aspiran a superar la primera fase y, en caso de cumplir ese objetivo, dar la cara en la segunda. En estas primeras instancias del Europeo participan 59 equipos (32 masculinos y 27 femeninos), y solo cuatro de cada obtendrán el billete para la fase final, todavía con fecha por determinar, en la que ya esperan España, Italia, Portugal y Francia.

Para los ucranianos, colarse en esa final a ocho en esta edición sería un “éxito brutal”, conscientes de que sus opciones son limitadas ante el poderío de otras selecciones con las que se van a cruzar.

Una selección plagada de historias

El combinado ucraniano cuenta con tres particularidades que lo hacen diferente al resto: la mayoría de sus integrantes viven en una ciudad como Kiev que ya se ha acostumbrado a los constantes bombardeos, los hombres de la selección han tenido que recibir un permiso especial para poder abandonar el país durante unos días y la selección femenina cuenta con hasta cuatro exjugadoras profesionales de tenis en sus filas.

Uno de esos casos es el de Yuliya Lysa, que hace unos años cambió la raqueta por la pala y tiene en mente compaginar su trabajo en el Ministerio de Defensa con el pádel. Considera que este Europeo representa una gran oportunidad para mandar un mensaje que traspase fronteras: “Queremos mostrar al mundo que pese a todo lo que estamos pasando, Ucrania sigue de pie y se mantiene fuerte”. En relación a esto último, Lysa explica que el pádel allí se convierte en una burbuja que aísla a los ucranianos del horror de la guerra: “La gente intenta que el deporte le sirva para aliviar la sensación de miedo que le rodea”.

El pádel como refugio de guerra: “Sonaban alertas de bombas y la gente seguía jugando”
Yuliya Lysa en el acto de presentación de la Selección Ucraniana de Pádel. JAVIER GANDUL

Esta condición de extenista profesional la comparte con su compañera Alyona Kyrpot, la única integrante de la selección femenina que no reside en su país de origen: “Un mes después de que comenzara el conflicto empecé a sentirme en peligro y vi que tenía la oportunidad de probar a vivir en otro lugar, algo en lo que siempre había pensado. Cogí las maletas, me fui a Barcelona y después me mudé a Marbella, donde vivo y entreno actualmente”.

Kyrpot ya sabe lo que es competir en torneos de la Federación Internacional de Pádel, ocupa la posición número 289 del ranking y tiene un sueño por cumplir: “Quiero participar en unos Juegos Olímpicos con Ucrania, espero que el pádel pueda llegar a ese punto en un futuro cercano”.

La selección masculina también cuenta con sus particularidades. Su estrella es Bohdan Levchuk, número 450 del ranking que además es campeón del mundo de tenis playa, cuenta en sus filas con Savelii Kazimirov, el jugador más joven de una selección de pádel a sus 15 años, y además tiene a un ucraniano que habla en perfecto castellano: Marko Bilyk.

Este último vive en Valencia y estudia un grado para ser Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva mientras persigue su sueño de llegar a jugar algún día en Premier Padel.

El pádel como refugio de guerra: “Sonaban alertas de bombas y la gente seguía jugando”
Marko Bylik golpea la bola en La Vida Pádel. JAVIER GANDUL

Bilyk reconoce que el nivel de sus compañeros es “parecido al de un jugador de segunda categoría madrileña” y que el miedo es uno de los factores que están ralentizando el crecimiento del pádel y la aparición de talento en Ucrania: “Hay entrenadores que no quieren ir a nuestro país porque temen la guerra. Eso nos limita a la hora de sentar unas bases de juego y de mejorar técnica y tácticamente”.

Su visión coincide parcialmente con la del entrenador, Augusto Expósito, un argentino que decidió embarcarse en esta aventura antes de la pandemia: “Me dijeron que había dos pistas de pádel en Ucrania, me preguntaron si quería ir a formar entrenadores y jugadores allí y les dije que sí. Fui por primera vez hace cuatro años, pero volví hace unos meses y he visto que han construido unas instalaciones impresionantes. Además, los clubes están llenos desde primera hora del día, igual que en España o Argentina”.

Precisamente en ese último viaje que realizó para preparar el Europeo, vivió en primera persona la amenaza que supone estar en un territorio salpicado por la guerra: “Estábamos entrenando cuando de repente escuchamos alertas de posibles drones y bombas. Miré a mi alrededor y vi que nadie corría. Los jugadores se pusieron a chequear sus móviles y dijeron: “No pasa nada”. Y seguimos entrenando. Pensaba que me encontraría con gente muy afectada por la guerra, pero no fue así. Vas por la calle y ves militares, tanques, lugares que han sido bombardeados… pero los ucranianos no tienen miedo. Se dedican a vivir el día a día”, comenta Expósito.

El pádel como refugio de guerra: “Sonaban alertas de bombas y la gente seguía jugando”
Augusto Expósito, seleccionador nacional de Ucrania.JAVIER GANDUL

Como líder de la selección, conoce de primera mano los problemas que afronta la Federación Ucraniana de Pádel para dar un salto de calidad. No solo la falta de entrenadores cualificados que menciona Bilyk, sino también las dificultades logísticas motivadas por la guerra con Rusia: “Los chicos no pueden salir a competir por temas militares. Las chicas sí pero el gran problema es que la mayoría viven en Kiev y tienen que hacer diez horas de coche para cruzar la frontera, llegar a Hungría, Polonia o Moldavia y allí coger un avión para competir en otros países”.

En relación al Europeo, el argentino menciona que ve a la selección masculina “mucho más preparada que el año pasado”, en el que no pudo superar la primera fase, y que los dos equipos “están entrenando en triples turnos en la M3 Padel Academy y su mejoría ha sido muy grande en los últimos días”.

Un futuro incierto

Por ahora, el futuro del pádel en Ucrania estará marcado por la evolución de la guerra, aunque todo hace indicar que continuará en línea ascendente. Más aún teniendo en cuenta el respaldo con el que cuenta por parte de grandes personalidades del país como el exfutbolista Andriy Shevchenko, el extenista Sergui Stajovski o el actual seleccionador nacional de fútbol Serhiy Rebrov, que de hecho viajará a Madrid para animar a los suyos en el Europeo.

Las cifras actuales reflejan que hay al menos 17 clubes de pádel reconocidos en Ucrania y en torno a 150 licencias federativas, unos números muy alejados a los de potencias mundiales pero que indican un gran crecimiento si se miran en perspectiva.

Según el vicepresidente de la Federación Ucraniana de Pádel, Serhii Synytsia, “hace cinco años se celebró el primer torneo en Kiev y solo había 20 personas jugando. Ahora ya hay clubes abiertos en todas las ciudades que pueden construirlos y cada vez hay más jugadores, pistas y ganas de aprender”.

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Serhii Synytsia, vicepresidente de la Federación Ucraniana de Pádel.JAVIER GANDUL
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En este sentido, Synytsia reconoce que el futuro debe ir construyéndose paso a paso. Por ello, afirma que el objetivo que se marcan es que en Ucrania “haya el mismo nivel de pádel de aquí a una década que el que había en España hace diez años”. Además, promete que en el momento que acabe el conflicto con Rusia, el país celebrará una competición internacional por todo lo alto que recibirá el nombre de “Torneo de la Victoria”.

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