El último baile de Poirier

Dustin Poirier ha decidido poner punto y final a su carrera. Una retirada que el estadounidense, uno de los peleadores favoritos de la compañía y los aficionados, llevaba tiempo dejando entrever. El Diamante, que consiguió ceñirse el cinturón de campeón interino del peso ligero pero no el absoluto, se medirá la madrugada del sábado al domingo (04:00, ) con Max Holloway por el cinturón BMF, el ‘Baddest Motherfucker’ (el peleador más malo de la compañía), en la pelea estelar del UFC 318 en Nueva Orleans, Estados Unidos.

“¿Quién será el más malo de todos?”, compartió la UFC junto a una imagen del cartel de uno de los combates que será, sin duda, de los preferidos de los aficionados. Dustin Poirier es muy querido en la compañía. A pesar de que se proclamó campeón interino del peso ligero, nunca se ha ceñido el cinturón absoluto, aunque ha peleado tres veces por él. Injusticias del deporte, pero eso no hace que la gente le quiera menos, ya que tiene el cariño de todos los aficionados.

La retirada estaba en su mente desde antes de su último pleito, pero ahí lo terminó de confirmar. Poirier se midió con Islam Makhachev en junio del año pasado en su tercera oportunidad por la corona. Aunque dio una auténtica y sangrienta guerra, cayó por sumisión en el último asalto. Eso le hizo replantearse muchas cosas, y considera que es el momento de decir adiós.

El Diamante ha peleado con lo más grande del peso ligero, que, además, es la división más “dura” de la UFC. Justin Gaethje, Khabib Nurmagomedov, Dan Hooker, Charles Oliveira, Michael Chandler... Nombres que hasta los aficionados más nuevos en la materia conocen. Su trilogía con Conor McGregor es, sin duda, la más famosa del estadounidense, y una de las más reconocidas dentro de las MMA.

Para una despedida de este calibre, no hay mejor oponente y cinturón que Max Holloway y el BMF. El título, algo emblemático, lo disputan leyendas de la compañía. El hawaiano es, como Poirier, uno de esos peleadores al que todos los fans quieren. Viene de perder su asalto al trono del peso pluma ante Ilia Topuria, que fue el primero en noquearle. Un gran regreso para ambos.

No será la primera vez que ambos se vean la cara en la jaula, sino la tercera. La primera vez que se enfrentaron fue en febrero de 2012 y Poirier sometió a Max en el primer asalto, a los tres minutos. No volvieron a cruzarse hasta siete años después, en abril de 2019. El Diamante se volvió a imponer, y esta vez, esta victoria por decisión unánime, le sirvió para proclamarse campeón interino del peso ligero. La tercera pelea, más de homenaje que una necesidad, terminará de decidir la rivalidad entre los dos luchadores.

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