Felipe VI se rodea de agua y metal
El Rey recibe en audiencia en Barcelona a los medallistas en los Mundiales acuáticos y el Europeo de waterpolo. “Nos ha deseado suerte para los Juegos”, indica María de Valdés a AS.
Aunque sí había un perro escolta, del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, por suerte para el acto no tuvieron que pasar los invitados por ningún detector de metales. Porque el arco en cuestión hubiera explotado antes de que los y las deportistas alcanzaran a dar la mano al Rey. Felipe VI aprovechó su estancia este lunes en Barcelona para recibir en audiencia a los y las medallistas tanto en los Mundiales acuáticos de Doha del pasado mes de febrero como del Europeo de waterpolo de enero. Una cincuentena larga de medallistas que llegaron al Palauet Albéniz repartidos en dos autocares, con puntualidad, a las 16:40 horas.
Un velocísimo pasamanos con el monarca en una de las salas más lustrosas del palacete, encabezado por el secretario de Estado para el Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, y por el presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena, dio en cuestión de tan sólo dos minutos paso a la fotografía de familia. Al finalizar, bromeaba Felipe VI agarrando en la escalinata el trofeo que coronó al waterpolo masculino español como campeón de Europa, hace dos meses. En lo que dura un ejercicio de equipo en natación artística, los protagonistas estaban ya de nuevo dentro de las instalaciones departiendo.
Fue un acto privado con los deportistas –las Selecciones femenina y masculina de waterpolo, el equipo, dúo femenino y mixto y solista masculino de natación artística, y la nadadora de aguas abiertas María Valdés–, aunque AS pudo recoger buena parte de lo sucedido cuando, al cabo de media hora, el Rey y su numeroso séquito abandonaron el Palauet, situado a un centenar de metros del Estadi Olímpic, para atender su siguiente compromiso.
“Nos ha dicho que está muy orgulloso, que sabe que son triunfos nuestros pero un poco también de todo el país y de toda la gente que nos apoya. Nosotras opinamos lo mismo, porque sin esa base de gente que nos respalda, que nos ve por la tele y que agradece nuestro esfuerzo, no llegaríamos hasta donde llegamos”, explicaba a este periódico Paula Ramírez, una de las grandes integrantes del equipo español de natación artística que se colgó la plata en la rutina técnica.
También subcampeona mundial, en este caso en los diez kilómetros en aguas abiertas, quedó en Doha María de Valdés, quien añadía a AS que “el Rey nos ha dicho que no necesitamos la suerte, pero igualmente nos la ha deseado de su parte y de toda la familia para los Juegos Olímpicos”. “Y nos ha pedido que disfrutemos de lo que hacemos”, añadía. “Ha sido muy especial y bonito”, ratificaba la andaluza, secundada por Ramírez: “Es un honor que nos reconozcan el trabajo y los éxitos, por lo que estamos muy contentos”.
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Y la caravana regresó de vuelta Montjuïc abajo en sendos autocares y un sinfín de medallas. Como las dos que colgaban de los cuellos de muchos de los integrantes de la Selección masculina de waterpolo (el oro europeo y el bronce mundial) o de Iris Tió y Alisa Ozhogina, quienes a la plata en el equipo técnico añadieron su bronce en el dúo técnico. La siguiente parada serán los Europeos de junio en Belgrado (sin el waterpolo), en algún caso los Trials de Palma y, sobre todo, los Juegos Olímpicos de París.
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