Análisis de Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven para Nintendo Switch 2, un clásico de culto que nos presenta su mejor cara

Cuando se lanzó el remake de Romancing SaGa 2 para Nintendo Switch, nos dejó con la boca abierta. Era un ejemplo perfecto de todo lo que hay que hacer en un remake: se trasladaron los gráficos en 2D de a un 3D que capturaba toda la magia del original, se le dio un doblaje completo, se incluyeron mejoras de vida que lo volvían accesible al público moderno… y, lo más importante de todo, resultó ser endiabladamente divertido. Parecía imposible que Square Enix pudiese mejorar aún más su trabajo con esta joya, pero este port a Nintendo Switch 2 ha demostrado que era posible.

Un remake inmejorable

Se trata de un remake fiel al JRPG original de 1993, que se atreve a mantener todos los aspectos experimentales de una época en que los estudios se atrevían a rediseñar fórmulas que ya estaban teniendo éxito. El diseño de personajes es tan extravagante como creativo, y no se han cortado ni un pelo a la hora de mostrar todos los detalles del juego original.

La innovación de Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven no se limita a la trama o las mecánicas de juego, sino a la forma en que ambas están interconectadas: la nuestra es una batalla intergeneracional, que comienza en los tiempos del Emperador León. Él es quien comienza la batalla contra los Siete Héroes, unos seres inmortales que buscan hacerse con el control del mundo. Para un humano normal, sería imposible plantar cara a entidades que han acumulado poder a lo largo de los siglos, pero, gracias a la magia de legado, toda su experiencia y habilidades se transmiten al siguiente emperador. Así, su linaje puede plantar cara a los ancestrales enemigos a través de las generaciones.

El paso del tiempo se hace sentir con fuerza: cada generación está separada por décadas, o incluso siglos. En ese tiempo, civilizaciones enteras pueden desaparecer por culpa de desastres naturales, linajes enteros pueden ser erradicados si no los salvamos a tiempo, y nuestros enemigos se pueden ir fortaleciendo, asumiendo formas cada vez más monstruosas. Romancing SaGa 2: Revenge of the Seven da total libertad al jugador a la hora de explorar el mundo y elegir qué misiones desarrollar o qué nuevos territorios anexionar: sin embargo, esto también significa que cada una de nuestras acciones tiene repercusiones, por lo que hay que planificar bien el viaje.

Y si todo esto te hace creer que el juego es inaccesible debido a su jugar a tu aire, no te preocupes: existen cinco modos distintos de dificultad, que te permitirán jugar a tu aire, tanto si quieres un desafío como si prefieres disfrutar tranquilamente de la trama.

Las mejoras de Nintendo Switch 2

Cuando el Nintendo Direct en que se presentó este remake prometió gráficos mejorados, no estaban mintiendo. Los colores son mucho más vibrantes, se ha reducido la niebla que opacaba los detalles, se ha aumentado mucho el nivel de detalle, y se ha eliminado el problema que hacía que las texturas tardaran un segundo en cargar al entrar en un nuevo escenario. En definitiva, se han resuelto todos los problemas que tenía el remake original. Basta con hacer una comparativa entre la misma imagen tomada en Nintendo Switch junto a su homóloga de Nintendo Switch 2 para notar que la diferencia es abismal.

Por ejemplo, aquí tenemos dos versiones distintas del Lago Aqua:

Pero las mejoras no son puramente gráficas: el rendimiento está muy por encima que en Nintendo Switch. Ha mejorado mucho la animación: el movimiento es más fluido, y no hemos podido encontrar las caídas de FPS que afectaban a la versión anterior. Esto hace que el combate sea mucho más dinámico, y que sea más agradable dar paseos para ver los paisajes, que ahora se ven realmente espectaculares.

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