Tecnología
Gastaron 1.300 euros en electricidad en un Airbnb en tres semanas: la propietaria descubrió que llevaban días minando criptomonedas
Al reservar una estancia lo normal es llevar equipaje para pasar unas buenas vacaciones. En este caso se llevaron diez ordenadores.
Las reservas de alojamiento a través de servicios como Airbnb no dejan de sorprendernos, especialmente cuando se se usan estancias para otros fines que nada tienen que ver con vacaciones o turismo. Este es el caso de una propietaria que compartió su caso con sorpresa, a través del cual reservaron su hogar para una actividad tan particular como la minería de criptomonedas. Así lo la propia casera a través de TikTok, asegurando que se dio cuenta de que algo no cuadraba al recibir una factura de electricidad por valor de 1.300 euros.
Hasta 10 ordenadores minando criptomonedas
Y es que si bien la propietaria de este hogar no tiene cámaras en su interior –algo que sería incluso denunciable–, sí que las tiene en el exterior de la vivienda, por lo que pudo ver como sus inquilinos empaquetaban los diez ordenadores que usaron para dicha actividad al salir de casa. En consecuencia, la propietaria recibió una factura de alrededor de 1.500 dólares, unos 1.300 euros al cambio, lo que es una barbaridad para unos pocos días.
En comparación, si diez ordenadores especialmente preparados para gaming con un cosumo medio de 600 vatios funcionaran diez horas al día durante tres semanas, el coste de la electricidad en Estados Unidos rondaría los 250 dólares, ya que en dicho país la factura de la luz es bastante más barata que en Europa; sin ir más lejos, en Alemania esa misma factura rondaría los 500 euros. Sin embargo, los equipos preparados para la minería gastan mucho más, tal y como demuestra la factura de luz que recibió la propietaria.
También denunció que los inquilinos usaron su propia estación de carga para vehículos eléctricos, lo que encareció aún más la factura. Finalmente, la casera de dicha viviendo no aceptó los altos costes de luz que recibió, por lo que presentó una queja formal a la administración. La respuesta fue los inquilinos, al final, tuvieron que hacerse cargo de los gastos de electricidad, además de que a partir de ahora la inquilina añadió una nueva norma a través de la cual se prohíbe tanto la minería de criptomonedas como las estaciones de carga de vehículos eléctricos en su alojamiento.
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