Tecnología
Ni en el coche ni al sol: así debes proteger tu móvil o consola portátil en verano
En verano, los descuidos pueden salir muy caros. Dejar tus aparatos electrónicos en un coche a pleno sol no solo acelera su desgaste, sino que también los convierte en objetivos fáciles para los ladrones.

La época de verano suele ser sinónimo de viajes, escapadas y muchas horas al aire libre. Pero, por desgracia, también es la época del año en la que más dispositivos electrónicos acaban dañados por el calor o directamente robados. Y es que dejar un móvil, tablet o consola portátil expuesto al sol, especialmente dentro de un coche cerrado, puede tener consecuencias graves.
Sobrecalentamiento extremo: el enemigo silencioso de tus aparatos en verano
En la época estival, solemos salir más, intentando paliar el calor extremo de esta época del año. Ya sea yendo a la playa, a la piscina o a una terraza, en ocasiones muchas personas dejan sus móviles, consolas portátiles o smartphones en el coche, o sobre la toalla, en ambos casos a pleno sol, y completamente ajenas al grave riesgo que esta acción tan aparentemente inofensiva representa.

Un coche aparcado al sol en pleno agosto puede alcanzar con facilidad temperaturas de más de 60 ºC en su interior. Esta temperatura tan extrema es mucho más de lo que soportan la mayoría de dispositivos, cuyos rangos seguros de funcionamiento suelen oscilar entre los 0 ºC y los 35 ºC. Cuando el interior de un teléfono o consola supera ese límite, puede pasar todo lo siguiente:
- La batería se degrada rápidamente, perdiendo capacidad o, en casos más extremos, hinchándose o generando fugas peligrosas que pueden provocar incendios.
- Las pantallas OLED o LCD pueden presentar manchas o decoloraciones permanentes, afectando a la experiencia de visionado.
- El rendimiento general se ve limitado, ya que el sistema activará mecanismos de protección térmica, ralentizando el procesador o incluso apagando el dispositivo y evitando que pueda volver a encenderse hasta que se enfríe.
- Las carcasas o partes de plástico pueden deformarse y derretirse, sobre todo en modelos con acabados menos resistentes al calor.
En definitiva, aunque durante estos meses mucha gente deja sus aparatos como móviles y consolas en su coche o cerca de la zona de baño, no aislarlos correctamente es una idea pésima porque se está poniendo a prueba su resistencia térmica de forma innecesaria. Además, en el caso de los coches, representa un problema adicional: dejar nuestras posesiones a la vista es un cebo muy goloso para los ladrones.
No dejes tus móviles, consolas y tablets a la vista dentro de un coche cerrado
Al margen del daño físico que pueden sufrir estos dispositivos electrónicos, dejar uno de estos aparatos a la vista dentro del coche es prácticamente una invitación al robo. Un móvil o una consola nueva como una Nintendo Switch 2 sobre el asiento o el salpicadero pueden ser visibles desde fuera con facilidad, y romper una ventanilla para robarlos apenas lleva unos segundos.

Y por si no fuese poco, si el móvil o tablet no tiene ningún tipo de bloqueo por contraseña o por datos biométricos, el acceso ilícito a nuestros datos personales puede poner en riesgo la privacidad o incluso facilitar ataques posteriores, como fraude o suplantación de identidad.
Cómo proteger tus dispositivos electrónicos en verano del calor y de los robos
A continuación os dejamos con varios consejos y trucos básicos para evitar este tipo de disgustos en la medida de lo posible:
- Nunca dejes tus dispositivos dentro de un coche aparcado, ni siquiera en la guantera. El calor extremo que se puede alcanzar en su interior equivaldría a meter el móvil o tablet en el microondas durante varias horas.
- Evita usar móviles o consolas portátiles bajo el sol directo, especialmente en las horas de más calor (de 12 del mediodía a 5 de la tarde).
- Utiliza fundas térmicas, estuches opacos, bolsos o mochilas pequeñas que repelan el calor si vas a llevar estos aparatos en exteriores.
- Si un dispositivo se sobrecalienta, no lo metas en la nevera o congelador: el cambio de temperatura repentino puede agrietar la batería, aumentando el riesgo de fuga térmica. En su lugar, es mejor dejar de usar el aparato inmediatamente, apagarlo, y dejar que se refrigere a temperatura ambiente.
- Activa funciones como el cifrado, la biometría y la localización remota para minimizar daños en caso de robo.
En definitiva, aunque muchos usan el verano para desconectar, hay que evitar confiarse demasiado con respecto al cuidado que requieren nuestros dispositivos. Tratarlos adecuadamente no solo nos evitará gastos innecesarios sustituyéndolos debido a errores fácilmente evitables, sino que también nos puede evitar disgustos extra que arruinen nuestras vacaciones en forma de robos que puedan comprometer nuestra privacidad y seguridad. Un poco de precaución y sentido común puede marcar la diferencia: tus datos (y tu bolsillo) te lo agradecerán.