Inteligencia artificial
Un estudiante olvida borrar la indicación de ChatGPT en su tarea y el despiste impacta de lleno en su país
Un docente italiano comparte con preocupación un trabajo de uno de sus alumnos redactado mediante IA. ¿Dónde están los límites éticos?

La inteligencia artificial ya está aquí; ha venido para quedarse y afecta a muchos ámbitos de nuestra vida cotidiana de maneras insospechadas. Ya no se trata de algo hipotético a futuro, sino de nuestra realidad actual. En este paradigma, muchos ven a estos grandes modelos de lenguaje como Grok, Gemini o ChatGPT no como herramientas en sí mismas, sino como atajos para obtener el resultado deseado. Y esto, normalmente, no acaba bien. Este ha sido el caso de un estudiante anónimo italiano, cuyo profesor ha expuesto parcialmente una de sus “tareas” por internet. El alumno entregó un trabajo creado íntegramente con ChatGPT, pero olvidó quitar las indicaciones que le dio a la IA al comienzo, lo que hizo que su maniobra fuese evidente hasta el punto de que el docente decidiese hacer público su caso, preocupado ante el gran problema subyacente.
Un estudiante italiano entrega un trabajo creado con ChatGPT y se convierte en el hazmerreír porque olvida borrar las indicaciones que le dio a la IA
El pasado 3 de junio, , escritor y docente italiano, compartió en su muro de Facebook una captura de pantalla que corresponde a un texto que le envió uno de sus alumnos. En este presunto trabajo, el alumno utilizó ChatGPT para que le redactase una carta, pero olvidó eliminar las instrucciones que dio a la IA: “Está perfectísimo, entonces la dejaré genérica como me pediste. Ahora juntaré todas tus respuestas en una carta simple, clara y bien escrita, con tus palabras”. Debajo tenéis el fragmento de texto en cuestión:

“Y cuando recibes una tarea por correo que empieza así, entiendes que TAL VEZ algo anda mal”, reza el texto que acompaña a la publicación de Galiano. Este post se ha viralizado en Facebook, donde amasa varios cientos de reacciones y comentarios de todo tipo. Precisamente en la caja de comentarios se ha formado un acalorado debate entre los partidarios y detractores de la IA.
Por un lado, hay quien opina que las inteligencias artificiales son una herramienta esencial no solo para el día de mañana, sino para hoy mismo, y que tanto alumnos como profesores deberían comenzar a formarse en un uso ético de la misma. Por otra parte, también están las voces más críticas con las IA, quienes consideran que usar ChatGPT y similares para hacer tareas es poco menos que un insulto a la labor docente, dado que el alumno pensó que su profesor estaba tan poco preparado que no se iba a dar cuenta.

En definitiva, casos como el que ha expuesto Enrico Galiano son algo tristemente común en la actualidad. El problema no es el uso de la IA en sí, sino el uso si estaba explícitamente prohibido, junto con la inconsciencia a la hora de entregar el trabajo haciendo trampas y no molestarse en revisarlo. Es algo doblemente ofensivo: el alumno ni siquiera leyó la propia tarea entregada, y además pensó que su profesor no iba a detectar las trampas. Estas estampas, que se repiten a diario en aulas de muchos países, solo perjudican a quienes usan las IAs sin mesura y sin pensar en las consecuencias que tienen a largo plazo tanto en sus hábitos de estudio como en su capacidad de análisis y de adquisición de conocimientos. ChatGPT debería ser una herramienta, no una muleta.