Cine
El ‘detrás de las cámaras’ de ‘Titanic’ es aún más espeluznante que la película y tiene muy poco de ficción
El éxito de Cameron tuvo un rodaje extremadamente exigente para sus actores.
Ser responsable de algunas de las películas más taquilleras de la historia es ya costumbre para James Cameron, pero en 1997 los productores de la cinta que rompería con todos los récords no lo tenían tan claro. La obsesión por la perfección del cineasta derivó en una producción de 200 millones de dólares, una suma mayor que en lo que en su día se necesitó para construir el funesto trasatlántico.
Con esta presión sobre los hombros, Cameron sometió a sus actores a realizar sus propias escenas de acción, lo que significaba pasar largas horas sumergidos en agua gélida y tener algún que otro percance. La propia Kate Winslet recuerda haber tenido un accidente que pudo ser mortal cuando se le enganchó el abrigo mientras escapa de las fuertes corrientes de agua o haber sufrido hipotermia mientras rodaban la famosa despedida de Jack y Rose.
‘Titanic’, el ambicioso proyecto que marcó la historia del cine
Sin embargo, la historia de amor ambientada en la catástrofe de 1912 superó todas las expectativas y recuperó la mitad de su inversión durante los tres primeros fines de semana solamente en Estados Unidos. La película de Leonardo di Caprio y Kate Winslet consiguió convertirse en el mayor éxito comercial del siglo y alzarse con 11 Oscars, cifra que comparte con ‘Ben-Hur’ y ‘El señor de los anillos: El retorno del rey" y que supone el número más alto de victorias en el prestigioso gala de premios.
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