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El tutorial del garaje del Driver de PSX tenía una dificultad infernal por un buen motivo, y no es el que crees
Recordamos el infame tutorial de Driver (1999), y cómo su peculiar diseño pudo estar relacionado con la lucha contra la piratería en la época.

Cuando hablamos de los juegos más difíciles de la historia, muchos suelen mencionar a los títulos de la saga Souls por una dificultad que se considera desmesurada con respecto a los estándares actuales de los juegos modernos. No obstante, esta dificultad palidece en comparación con la de Driver (1999), el primer juego de la franquicia homónima que fue lanzado en PSX hace más de veinticinco años. Su nivel de desafío era tal que muchos ni siquiera consiguieron completar el tutorial del garaje, que consistía en realizar una serie de maniobras dentro de un tiempo límite muy estricto. Durante muchos años, se ha considerado un ejemplo de videojuego con una dificultad absurdamente alta, pero, ¿y si resulta que había un motivo de peso para este diseño? ¿Y si, en realidad, se trataba de una medida antipiratería?
El tutorial del garaje de Driver podría ser una medida antipiratería, lo que explicaría su dificultad desmesurada
Driver, un título lanzado originalmente en la primera PlayStation en 1999, era un juego de acción y conducción que nos proponía participar en todo tipo de frenéticas persecuciones y otras misiones al volante de distintos coches por ubicaciones tan variopinticcwin247.como Miami, San Francisco, Los Ángeles y Nueva York. Ahora bien, antes de poder disfrutar de la trama como tal, había que superar un tutorial forzado que no se podía omitir de ninguna manera: el infame nivel del garaje. A grandes rasgos, debíamos realizar una serie de maniobras muy peliagudas dentro de un tiempo límite muy estricto. Esta secuencia jugable era un homenaje a una escena de la película ‘Driver’ (1978), dirigida y escrita por Walter Hill y protagonizada por Ryan O’Neal. Tanto en la película como en el juego, el protagonista debía impresionar a unos gánsteres con sus dotes de conducción al volante.

El principal problema estaba en que el juego no daba muchas pistas con respecto a la naturaleza exacta de las tareas que había que hacer, aunque podíamos usar nuestra intuición: 180º y 360º dejaban claro que se nos pedía realizar giros de ese tipo, pero otras tareiccwin247.como “brake test” o “lap” no estaban tan claras. Muchos jugadores abandonaban el juego frustrados por no poder completar ninguna tarea, por no poder descubrir en qué consistía alguna de las restantes, o simplemente porque no les daba tiempo a hacer todas.
Durante muchos años, la comunidad de jugadores de PlayStation le impuso a Driver el sambenito de “juego imposible” por este aparente grado de dificultad. No obstante, hay un factor clave que no se suele mencionar: en el manual incluido con las copias originales del juego sí que se especificaba, de manera detallada, en qué consistía cada tarea del tutorial. Concretamente, en las páginas 15 y 16 se detallaba todo lo que había que hacer para completarlo con éxito.

Es perfectamente razonable que muchos de los jugadores que mitificaron esta supuesta dificultad simplemente estuviesen jugando a una copia pirata del juego, que por motivos obvios, carecía de las pistas necesarias para completar el tutorial con éxito. PlayStation fue la consola más popular y vendida de su generación gracias a su catálogo de videojuegos exclusivos de calidad, sí, pero también por lo sencillo que era piratearla, lo que facilitaba tener una biblioteca extensa de juegos a un coste mínimo. Es decir, supeditar la dificultad del tutorial de Driver a la posesión de una copia legítima del juego podría considerarse una medida antipiratería.
Reforzando este argumento, otro de los casos más famosos de medidas antipiratería también se dio en PSX. En un determinado punto de Metal Gear Solid, lanzado en 1998, debíamos contactar con Meryl vía códec para poder proseguir con la aventura. En el juego se nos especificaba que la frecuencia correcta a la que había que llamar estaba “en el reverso del disco”. Esto no solo se trataba de un inteligente guiño que rompía la cuarta pared, sino de otra medida antipiratería: la frecuencia se encontraba en una de las capturas de pantalla de la contraportada de la caja del juego.

Dado que Metal Gear Solid fue lanzado un año antes que Driver, no parece descabellado suponer que los desarrolladores del juego de conducción se inspirasen en la obra de Kojima para hacer la vida más difícil a todos aquellos que habían decidido jugar a una copia pirata en lugar de comprar una copia original. Otro paralelismo es el hecho de que, en ambos casos, no se hacía imposible completar el juego, pero sí que se dificultaba enormemente el poder hacerlo. Mientras que en Metal Gear Solid era posible averiguar la frecuencia correcta mediante mera fuerza bruta —probando todas las frecuencias posibles—, en Driver también era posible completar el tutorial a ciegas a lo largo de múltiples intentos, deduciendo en qué consistía cada maniobra a realizar.
En última instancia, Driver pasó a la historia no solo como uno de los títulos más difíciles de PSX, sino como uno de los juegos más desafiantes de todos los tiempos. Aunque nunca se confirmó que el tutorial fuera, efectivamente, una medida antipiratería, todo apunta a que fue diseñado con ese fin. Eso sí: si esta peculiar estrategia tuvo el efecto pretendido o no sigue siendo una incertidumbre. Mientras que algunos jugadores podrían haberse sentido inclinados a comprar una copia legítima del juego, otros simplemente seguirían explorando su catálogo de juegos pirata de entre sus enormes tarrinas de CDs. En definitiva, Driver no solo marcó a muchos jugadores por su “dificultad”, sino que también fue un buen ejemplo de cómo muchos desarrolladores de la época intentaban luchar contra la piratería, con un resultado discutible o incluso contraproducente.
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