Pokémon TCG
Ni criptos ni acciones: las cartas Pokémon se convierten en la inversión preferida de los jóvenes ricos por su gran rentabilidad
La fiebre de las cartas Pokémon no muestra signos de desgaste, y se convierten en una inversión muy atractiva para los nuevos ricos.

Tras el gran repunte de popularidad que recibieron las cartas de Pokémon durante la pandemia de COVID-19, por ahora nada indica que este interés vaya decreciendo con el tiempo; todo lo contrario. La prestigiosa revista Fortune ha revelado que los naipes del Juego de Cartas Coleccionables Pokémon (también conocido como Pokémon JCC o Pokémon TCG) son una de las inversiones más rentables de la actualidad; en los últimos veinte años, este mercado ha superado ampliamente incluso al S&P 500, uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos.
Las cartas Pokémon desbancan a la bolsa: así es la nueva inversión sorpresa de los jóvenes millonarios
Aunque el Juego de Cartas Coleccionables Pokémon lleva entre nosotros desde principios de milenio, durante la pandemia obtuvo un repunte de popularidad sin precedentes. Los diversos confinamientos hicieron que muchas personas de todo el mundo buscasen nuevos hobbies analógicos, lo que se tradujo en una avalancha de nuevos jugadores... y también de coleccionistas, un perfil de usuario del juego que está más interesado en las cartas no por su valor a nivel competitivo, sino estético.

El aumento de demanda ha provocado problemas de stock, lo que, a su vez, ha derivado en un aumento significativo de los precios en el mercado de compraventa de segunda mano. Esto, además, ha propiciado la proliferación tanto de revendedores como de individuos que se lanzan a la aventura y han podido montar su propio negocio de compraventa gracias al enorme margen de beneficios que dejan las cartas Pokémon.
Un informe extensivo de la revista revela que, de media, el valor de una carta de Pokémon aumenta un 46% anualmente, lo cual implica que es una inversión más rentable incluso que comprar acciones de NVIDIA, que se convirtió en la empresa con mayor cotización en bolsa del planeta en junio de 2024. Pero la cosa no acaba ahí: si echamos la vista atrás, en los últimos veinte años, el valor total de mercado de las cartas Pokémon ha aumentado un 3261%, superando ampliamente al de otros hobbies como las cartas de fútbol americano (1290%), las de baloncesto (1174%) o las de béisbol (716%). Y, por si no fuese poco, representa un crecimiento mucho mayor incluso que el del índice bursátil S&P 500, que en el mismo período solo ha crecido un 421%.

Estas cifras de vértigo han hecho que muchos dejen de considerar a las cartas de Pokémon JCC como un mero hobby para niños, y comiencen a invertir en serio en ellas. Los bolsillos más pudientes, especialmente jóvenes, están diversificando su cartera de activos adquiriendo no solo bienes inmuebles, sino también cartas de Pokémon.
Cartas Pokémon: de hobby para niños a símbolo de estatus de los nuevos ricos
El influencer reconvertido a estrella de la WWE Logan Paul fue una de las principales caras visibles en la fiebre Pokémon: en 2020 pagó la friolera de 150.000 dólares por un Charizard Shadowless, una de las cartas del primer set de Pokémon TCG que data de 1999. Un par de años después en 2022, superó el , cuando adquirió un Pikachu Illustrator por 5.275.000 dólares.
“Nostalgia + negocios = el nuevo arte”, relataba esta personalidad de redes sociales y luchador de wrestling, definiendo de manera bastante acertada cómo este hobby ha permeado entre los jóvenes ricos. Para muchos de ellos, no se trata de pagar pequeñas fortunas por tener barajas optimizadas con las que ganar torneos, sino que las cartas Pokémon se han convertido en símbolos de estatus en sí mismos. Muchos lo comparan con la inversión en obras de arte dadas las mareantes cifras que pueden llegar a alcanzar las cartas más cotizadas.
Aun así, cabe destacar que, como en cualquier otra inversión o mercado especulativo, no es aconsejable introducirse en ellos sin tener los conocimientos del sector necesarios y unas habilidades de inversión básicas. Es perfectamente posible ganar dinero a base de comprar y vender cartas Pokémon, sí, pero dado el elevado nivel de competitividad y el alto grado de especialización —algunos revendedores con conocimientos técnicos avanzados usan bots y automatizaciones para arramblar con el stock de las tiendas y luego venderlo por su cuenta—, no es recomendable introducirse en este mundo si se está verde o si la situación económica en casa va extremadamente ajustada.
Ante esta oportunidad tan lucrativa, las cartas Pokémon también se han convertido en objeto de deseo de organizaciones criminales para blanquear capitales, y también en objetivo de robos y motivo de confrontaciones físicas. Tal es su valor, que muchos elementos indeseables de la sociedad están dispuestos a hacer lo que haga falta con tal de hacerse con las cartas más cotizadas.

En definitiva, la fiebre por las cartas Pokémon que experimentamos desde comienzos de la década no tiene pinta de terminar pronto; al revés. Por ahora no hay signos de desgaste en este mercado, y no parece que haya una burbuja como tal. Mientras que The Pokémon Company International toma medidas contra la especulación, como lanzar tiradas más amplias de sus productos, esto no parece desanimar a los revendedores, quienes dan con métodos cada vez más originales y enrevesados para apañárselas para terminar con el estocaje, garantizando así su margen de beneficios en la reventa. Lo que comenzó en 1999 como un hobby para niños, en 2025 es la nueva fiebre del oro, y mientras que muchos se suben al carro con la intención de hacerse millonarios, otros tantos se quedan en la estacada.