‘F1, la película’: peligro de avalancha por nuevos aficionados
Este viernes se estrena en España una de las películas más caras de la historia (300M). Hablan director y productor: “Queremos hacer más grande este deporte”.
La Fórmula 1 se congratula por su crecimiento en Estados Unidos, ahora con tres grandes premios (Austin, Miami y Las Vegas), pero las cifras de repercusión siguen siendo relativamente discretas. El pasado GP de Miami se siguió en televisión por 2,17 millones de norteamericanos (en una población de 340 millones); lejos de los 7 millones que sintonizaron las 500 Millas de Indianápolis, los 10 millones que promediaron las finales de la NBA o… los 127 millones de la última Superbowl. En este contexto se enmarca uno de los proyectos más ambiciosos de Liberty Media desde que tomaron el control comercial del deporte: ‘F1, la película’, una ambiciosa producción protagonizada por Brad Pitt y producida por Apple o el mismo Lewis Hamilton, entre otros, que presume de ser una de las películas más caras de la historia con cerca de 300 millones de dólares de presupuesto. Se estrena este viernes en España. La conquista de América pasa por Hollywood.
La película cuenta la historia del modesto undécimo equipo de la parrilla, Apex (propiedad del expiloto español Rubén Cervantes, por Javier Bardem), obligado a recurrir a un piloto talentoso pero poco disciplinado y menos ortodoxo (Sonny Hayes, por Brad Pitt) para salvar a la escudería de la quiebra económica y deportiva. Se ha grabado en los circuitos durante los grandes premios, desde Gran Bretaña 2023 hasta Abu Dhabi 2024, siempre fuera de los horarios de competición. Las escenas de pista son auténticas, dispusieron de dos F2 adaptados con cámaras, soportes y baterías, y en muchos casos se valieron también de situaciones reales, tanto de acción (luchas, accidentes) como de paddock y parrilla. Y durante todo ese tiempo, equipos y pilotos aceptaron sugerencias y solicitudes del equipo de producción. Alonso tiene un cameo y también algunos jefes como Vasseur, Wolff o Brown.
AS asistió a un preestreno para Prensa especializada de F1 durante el pasado GP de Canadá y la lectura es simple: tiene todos los elementos para convertirse en un ‘taquillazo’ y refleja de manera apropiada muchos elementos del deporte. Allí tomó la palabra Jerry Bruckheimer, productor de Piratas del Caribe, Pearl Harbor, Flashdance o la saga CSI, entre muchos otros éxitos: “En una muestra de la película en Estados Unidos, preguntamos quién conocía la F1 antes y levantó la mano una persona de veinte. Al terminar, todos aseguraron que les interesaría ver una carrera real. Y la tasa de recomendación a amigos es del 80%, nunca había encontrado una tasa tan alta en una de mis películas”.
“Hamilton se involucró en todos los detalles técnicos”
El director es Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick), que admite guiños a Grand Prix (1966) o Le Mans (1971) y confía en que F1 pueda hacerse un hueco entre los clásicos modernos del cine automovilista como Rush (2013) o Le Mans 1966 (2019). “Son casi cuatro años de trabajo desde la idea inicial y espero que la gente disfrute. Queríamos una película de carreras auténtica, pero también una gran historia de trabajo en equipo, amistad y redención. Pedí ayuda a Lewis (Hamilton) desde el principio, y se involucró en todos los detalles técnicos. Por ejemplo, a la hora de apuntar dónde un doblado podría dejarse pasar en una zona estrecha en Hungaroring para tratar de potenciar un incidente”, afirma Kosinski.
Bruckheimer abraza al aficionado purista, aunque el espectador objetivo de esta película no lo sea: “Habrá pequeños detalles con los que los expertos no estéis de acuerdo, pero hacen que la historia funcione. Y recomiendo verla ante una audiencia real de gente que no lo sabe todo sobre este deporte. La emoción, la risa, la diversión y el aplauso son espontáneos. Es una experiencia de cine fantástica con un sonido y fotografía fenomenales, grandes caracteres y una gran historia”. “Yo no era un aficionado a la F1 cuando empecé el proyecto y ahora lo soy, queremos mostrar la habilidad de los pilotos, el trabajo de los equipos para construir estos coches. Queremos hacer más grande este deporte, especialmente en Estados Unidos. Queremos que sepan lo espectacular que es la F1”.
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