Ferrari se queda sin alicientes
“No creo que haya nada en el horizonte que nos haga pensar que dominaremos”, asume resignado Leclerc tras “una primera parte de temporada decepcionante”.


Todo hacía indicar que este 2025 podía ser el año definitivo para Ferrari. En Maranello daba la sensación de que la Scuderia podía ser un serio aspirante al Mundial de Fórmula 1, después de haber peleado por el de constructores hasta la última carrera durante el curso anterior. Sin embargo, con un invierno de por medio, el sueño se desvaneció por completo. A la hora de la verdad, el nuevo monoplaza no estuvo a la altura de sus rivales en general y McLaren en particular. De hecho, el SF-25 también cedió terreno con Red Bull e incluso Mercedes. Llegar al podio era una lotería y sobre todo, exprimir el coche a una vuelta casi una excepción; incluso para Charles Leclerc. El monegasco ni siquiera ha sido capaz de exprimir su punto fuerte con este coche y de hecho, la clasificación, fue su condena durante el resto de fin de semana en Canadá.
Charles vio la bandera a cuadros en la quinta posición, pero no cree “que la estrategia hubiera marcado mucha diferencia”. "La posición de salida (8º) nos frenó“, explicaba el monegasco, que también asumía su parte de culpa en cuanto al resultado en Montreal: “Diría que este fin de semana no saqué lo máximo del coche, porque creo que el potencial estaba ahí”. Leclerc vio en carrera a un Ferrari con más opciones de las habituales, pero que no se asemejaba con la realidad. Porque la verdad de este 2025 en Maranello es que están lejos de alcanzar los objetivos a los que aspiraban antes de comenzar el campeonato; cuando dijeron que soñaban con el Mundial.
En la Scuderia ahora mismo ni siquiera sueñan con victorias, en un momento del año donde también se esfuman las esperanzas de futuro. Ferrari se queda sin alicientes y Leclerc es consiente de que el resto de año también será complicado: “Al final, siempre intento sacar el máximo de lo que tengo. Hay carreras más frustrantes que otras. Pero en general la situación es frustrante porque no tenemos el coche para ganar, pero no es la situación de los demás lo que me frustra más”. El SF-25 no es un monoplaza aspirante a las victorias ni tampoco parece que vaya a serlo. Pues en Maranello no hay previsto ningún cambio que pueda revertir la situación a corto plazo.
Ferrari no renuncia al presente pero sobre todo, tienen en cuenta el futuro. El cambio de normas que entrará en vigor a partir del próximo curso está condicionando los desarrollos y Leclerc asume que “será difícil” lo que queda por delante junto al SF-25. Recuperar su brecha con la cabeza significaría “dominar de ahora en adelante para recuperar toda la desventaja”, como explica Charles. Pero esa coyuntura es utópica: “No creo que haya nada en el horizonte que nos haga pensar que dominaremos”. ¿Qué le espera al monegasco a partir de ahora? “Lo mejor es tomarnos las cosas carrera a carrera y tratar de maximizar resultados como hemos hecho hasta ahora”. Para la escudería italiana “ha sido una primera parte de temporada decepcionante, pero seguimos empujando y veremos a dónde nos lleva”.
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