Red Bull protesta contra Russell pero la FIA desestima
Los comisarios no vieron “conducta antideportiva” en el frenazo del inglés tras el coche de seguridad. Cinco horas de investigaciones en Montreal.


Más de cinco horas después de la bandera a cuadros, la FIA aún no había comunicado los resultados definitivos del GP de Canadá. El motivo fue un carrusel de investigaciones ocasionadas por el safety car al final de la carrera. Norris debió acudir a comisarios para dar su versión del toque con Piastri, y recibió la única penalización de la tarde en Montreal: cinco segundos que se suman a su tiempo de carrera y que no afectan al resultado, porque ya era el último clasificado tras su abandono. También se investigó a Antonelli, Piastri, Ocon, Leclerc, Sainz, Gasly y Stroll por adelantar a otros coches en la vuelta de regreso a boxes, cuando había un coche de seguridad en la pista; los comisarios lo zanjaron con una advertencia general.
Tuvo más debate la protesta que rellenó Red Bull contra Russell por lo que, alegaron, fue un ‘brake testing’ a Verstappen detrás del safety car. El inglés pisó el freno de golpe después de comprobar la posición de Max en los retrovisores, y el holandés debió adelantarle durante unos segundos para evitar un toque. George protestó para que los comisarios valoraran una sanción al campeón, que no hubo. Pero Christian Horner sí sacó las telemetrías y emitió una protesta (”que costó 2.000 euros formalizar”, puntualizó el jefe de Red Bull) alegando “conducta antideportiva” en la maniobra del piloto de Mercedes.
Hay trasfondo: Russell y Verstappen ya tuvieron más que palabras en Qatar 2024 por una airada protesta del inglés contra el holandés ante los comisarios. A Max le molestó tanto que amenazó, en privado, con mandarle al muro en su siguiente encuentro en la pista. Desde entonces han tenido algún cruce de declaraciones, y en el pasado GP de España el campeón recibió diez segundos de sanción por chocar con el ‘63’ justo después de devolverle la posición. Quien piense mal, dirá que George quería provocar a Max por si, en caliente, incurría en alguna irregularidad que le pudiera costar una suspensión de un gran premio (solo le falta un punto de penalización de los doce anuales para que la FIA le deje fuera un fin de semana).
Pero después de 45 minutos de charla con los comisarios y otras tantas horas de deliberaciones, Ennser, Selley, Bernoldi, Corsmit y Demers (los árbitros en Canadá) desecharon la protesta. “Aceptamos la explicación del coche ‘63’”, dicen, que alegó que es habitual reducir la velocidad tras el SC para mantener alta la temperatura de los frenos. Red Bull cuestionó las líneas de Russell cuando la carrera claramente iba a terminar neutralizada y no habría resalida. Pero la FIA no encontró motivos suficientes para intervenir el resultado del gran premio.
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