El Dakar se decide en el punto de partida

Pasa el tiempo pero persisten las ideas para un Dakar, en el que se conserva el objetivo pero cambia la manera de llegar hasta él. El Touareg volverá a ser la recompensa más preciada en la 48ª edición de la carrera, que repite fechas (del 3 al 17 de enero) con respecto a la pasada aventura. Pero más allá del tiempo, cualquier parecido con los antecedentes será pura coincidencia. Porque a pesar de que no faltarán dunas (principalmente en la primera semana de carrera), durante esta séptima participación en Arabia no se visitará el Empty Quarter. Pero sí se descubrirá la mayor parte del recorrido (70% será nuevo) y se dará una vuelta completa para que la carrera se decida en el punto de partida: Yanbu.

El vivac vuelve a instalarse a orillas del mar Rojo para activar por primera vez el crono y detenerlo definitivamente 15 días después, como se ha desvelado durante la presentación del recorrido en Les Comes (Barcelona). La carrera se decidirá en 13 etapas (cuatro de ellas desdobladas para coches y motos, con especial atención a la sexta) más una prólogo. Y por el camino, se hará una pausa en Riad (10 de enero) antes de completar un recorrido de unos 8000 kilómetros; de los cuales 5000 serán de lucha contra el crono. Se mantienen las jornadas de competición, pero se suma algo de distancia en una edición donde, uno de los grandes atractivos, será la batalla entre marcas (Ford, Mini, Dacia y Toyota) como destacaba Isidre Esteve, piloto del Repsol Toyota Rally Team.

El Hilux volverá a jugar con la baza de la fiabilidad, mientras que el Raptor y el Sandrider aprovecharán sus alineaciones para conquistar un Dakar, que al mismo tiempo dará el pistoletazo de salida a la temporada W2RC. Aunque como momento álgido de la competición, David Castera, director de la prueba, resaltó dos nuevas etapas bautizadas ‘maratón-refugio’ (en el ecuador de la primera semana y a mitad de la segunda). La primera parte del plan suena familiar y la segunda hace alusión a un 48 horas que se amolda a ese nuevo formato, donde los pilotos dispondrán de un “edredón, tienda y ración” en campamentos unificados pero separados por categoría; pues motos y coches pasarán la noche en dos localizaciones próximas, pero diferentes.

También se dividirán los recorridos en cuatro de los 14 días de carrera y en total se visitarán seis vivacs, gracias a cuatro bucles que ascienden hasta cinco, si se tiene en cuenta el matriz. El inicio y final se vivirá en el mismo escenario, con los protagonistas habituales... más un Peterhansel que vuelve al Dakar. Tras un año de ausencia, el francés regresará en una edición que pondrá en marcha todas las lecciones aprendidas a lo largo de estos siete años en el territorio saudí. “Han mejorado muchas cosas”, afirma Castera, de cara a una 48ª edición donde ha aparcado la creatividad, para “hacer crecer el Dakar y aportar una mejor experiencia al competidor". Un ejemplo de ello es el cambio de ruedas en las etapas con dominio de piedras, como recordatorio de una solidaridad que conquistó el desierto desde el primer momento. La esencia se mantiene intacta.

El Dakar inaugurará el calendario del W2RC

Otra de las costumbres que mantendrá el Dakar de cara a 2026 será la de estrenar un Mundial de W2RC, que seguirá estando formado por cinco rondas y el cual publicará su calendario definitivo el próximo martes. El mítico raid vuelve a ser una puebla infalible en la lista (donde habrá variaciones) y también, casi decisiva. Ahora todavía más, después de que haya introducido un Power Stage pensando en la clasificación de un campeonato que una vez más, empieza por todo lo alto.

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