24 Horas Le Mans

El Mercedes que despegaba en Le Mans

En la edición de 1999 se vio uno de los accidentes más impactantes de la historia, con el CLR volando tras no hacer caso a los consejos de Adrian Newey.

El Mercedes que despegaba en Le Mans
M.A. del Pozo
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Una de las muchas historias que alimentan la leyenda de las 24 Horas de Le Mans, una de las carreras más extremas y peligrosas del mundo, tiene que ver con coches que despegan como aviones en las largas rectas del circuito de La Sarthe. Y todos de un mismo fabricante, Mercedes, que recientemente vuelve a la prueba francesa este 2025, 26 años después de su última presencia. Más de dos décadas de ausencia tras uno de los episodios más impactantes de la historia de la carrera. Aquel 1999 la firma de la estrella creó un monstruo para intentar frenar el dominio de Porsche, que venía de ganar las ediciones de 1996 y 1997 con el WSC-95 y la de 1998 con el 911 GT1.

El nombre de la criatura, Mercedes Benz CLR. Un prototipo, que tenía graves deficiencias aerodinámicas, ajustado a las laxas y complicadas regulaciones técnicas de la época para la categoría LMGTP (prototipos). Incluso Andrian Newey, gurú de la aerodinámica, desaconsejó salir a correr con aquel coche, que realmente era peligroso y muy inestable a alta velocidad ante cualquier turbulencia.

El Mercedes que despegaba en Le Mans

Los hechos confirman esa teoría de un coche altamente inestable que montaba un motor V8 de aspiración natural de 5721 cc y que daba 600 CV para sus escasos 900 kilos. Un joven Mark Webber salió con la unidad #4 del CLR a los entrenamientos nocturnos de la edición de 1999, su coche se levantó del asfalto en Indianápolis. Aterrizó violentamente contra el asfalto después de volar a unos 9 metros de altura. El equipo alemán pudo rehacer el chasis y volvió a pista para el calentamiento. Esta vez en Mulsanne, el CLR de Webber volvió a levantar el morro. “Simplemente no podía creer que pudiera volver a suceder Pensé dos cosas. Lo primero sobre el equipo: ‘¿Qué diablos estaban haciendo esos tipos dándome un coche como este?’. Y la segundo: ‘No hay forma de que pueda volver a ser tan afortunado; no quiero ningún dolor, quiero que termine rápido”, describió el australiano sobre sus accidentes.

Ya no hubo tiempo de recomponer ese Mercedes #4 y Adrian Newey, quien estaba en el GP de Canadá como ingeniero de la escudería Mercedes-McLaren que hizo campeón del mundo al finlandés Mika Häkkinen con el MP4/14, desaconsejó tras el doble vuelo en la previa que salieran a la carrera el resto de unidades en La Sarthe.

Pero en Le Mans hicieron caso omiso a Newey. Y en la vuelta 75 se dio una de las imágenes históricas de las 24 Horas. Tras los accidentes de Webber, se dotó a los otros CLR de más carga aerodinámica a costa de reducir la velocidad punta. Pero el coche seguía siendo inestable: El Mercedes CLR #5 pilotado por Peter Dumbreck perdió contacto con el asfalto, despegó, se elevó unos 15 metros de altura y dio tres vueltas en el aire durante su vuelo antes de aterrizar en el bosque contiguo a las carreteras de Le Mans.

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“Nunca volví a sentir lo que sentí dentro del coche. Fue como... Un coche volando. Vi el cielo y pensé, ‘qué está pasando aquí’. No recuerdo lo que pasó en ese momento, no recuerdo quién se acercó a mí después del accidente. Recuerdo estar entrando en la ambulancia. Solo recuerdo estar asustado unos segundos. Pensaba que estaba paralizado, pero no estaba muy consciente de los hechos. Solo que había aterrizado entre los árboles”, recuerda el piloto. El escocés, además, admite que en una reunión con el equipo le aconsejaron no rodar demasiado cerca de otros coches, para evitar el efecto de la succión. “Veía al Toyota GT One (en segunda posición) delante de mí y sabía por lo que nos dijeron en el briefing que no deberíamos ir muy cerca de otro coche, por la succión. Venía mucho más rápido que el Toyota, y pensaba ‘cómo lo adelanto sin estar cerca de él’. Lo siguiente fue que aterrice en un espacio libre, no sé cuánto tiempo antes talaron los árboles”.

Milagrosamente, tanto Webber como Dumbreck salieron ilesos de los accidentes. Pero tras el tremebundo vuelo de la unidad #5 en plena carrera y ante los ojos de todo el mundo que seguía la carrera por televisión, Mercedes decidió retirar el resto de sus coches de la prueba. Justo lo que había aconsejado desde Canadá Adrian Newey.

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