Palou da una exhibición y sentencia la IndyCar
El español logra una victoria apabullante en Laguna Seca y aumenta su ventaja sobre O’Ward (4º) hasta los 121 puntos.
Álex Palou logró en el GP de Monterey una victoria (la octava del año) apabullante que le deja muy de cara la posibilidad de ganar el título en el próximo gran premio, el de Portland (10 de agosto). Fue una demostración de superioridad incontestable, desde la salida y con los dos tipos de neumáticos, duros y blandos, estos últimos con los que salió. Se construyó ventajas que se anulaban con las sucesivas amarillas. Pero ello no desanimaba al español. Solo cedió el mando de las operaciones de manera temporal debido a las estrategias alternativas que colocaron a Nolan Siegel líder con el McLaren #6.
O’Ward, por su parte, con otro de los coches papaya, vio como sus posibilidades de título se reducían por no poder ni acercarse al Ganassi. En su misma estrategia, la diferencias de ritmos eran más que evidentes. Palou se llevó además un punto extra por liderar una vuelta y dos más por ser el piloto que más giros dominó en Laguna Seca. Las exhibiciones en este escenario del español se recordarán durante tiempo, ya que hizo una parecida en la temporada 2022.
En el ecuador de la carrera, muro y piloto discutían posibles estrategias porque la diferencia así lo permitía. Cuando el mexicano paró en la vuelta 45 a montar duros, descubrió su estrategia a tres paradas tras dos stints con los blandos. Y en Ganassi, con la tranquilidad del cómodo liderato, optaron por cubrirse de futuras amenazas. En Toronto experimentaron estrategias arriesgadas y no salió bien.
La comunión muro-piloto funcionó como un reloj suizo. Manejaron la carrera a su antojo para irse por octava vez al victory-lane. Porque desde la cabeza estudiaron a los perseguidores y con la ventaja de tener tiempo suficiente a reaccionar a cualquier eventualidad en forma de bandera amarilla, que llegaría. Para el último stint el tricampeón de la serie, que será tetracampeón si no hay desastre de por medio, manejó una ventaja de ocho segundos, para realizar un último repostaje tranquilo y sin riesgos. Y así fue. Porque ni las banderas amarillas provocadas por Ericsson, a 18 del final, y la de Ferruci a nueve del final, alteraron al español. Palou se volvió a defender con maestría, por dos veces.
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O’Ward acabó en Laguna Seca en cuarta posición, por detrás del español, Lundgaard y Herta. Y ahora la ventaja de Álex asciende hasta los 121 puntos. En Portland le valdrá con ceder 13 puntos respecto al mexicano para convertirse en tetracampeón. Un segundo puesto si el de McLaren se lleva todos los puntos, bastaría. Y si el mexicano no gana, los puestos necesarios para el español, irían descendiendo. Y si se falla allí, quedarían las citas ovales de Milwaukee y Nashville. Y en el horizonte, las 10 victorias en un año de AJ Foyt y Al Unser.
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